Resolver México con educación

http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/49956.html

La Universidad Nacional Autónoma de México cumplió ayer 100 años de vida. Una ocasión para argumentar sobre uno de los peores lastres de nuestro país: el rezago educativo. El rector José Narro Robles lanzó una convocatoria a las fuerzas políticas para el “rescate social” de México. La manera de festejar el primer siglo de la Universidad, dijo el rector, debería ser con un acuerdo que signifique la creación de una política de Estado para duplicar la cobertura de la educación superior en la próxima década y asignar el 1 % del Producto Interno Bruto a la investigación científica y el desarrollo tecnológico.

¿Quién podría estar en desacuerdo?

En el discurso no hay partido político que se niegue a estas iniciativas. El desacuerdo está en el cómo. Por un lado están quienes exigen más eficiencia y transparencia a la educación en su conjunto, incluida la UNAM, a cambio de más recursos. Por el otro, quienes añaden a esos principios la necesidad de una Universidad que prepare ciudadanos íntegros, no sólo egresados. Lo cierto es que el gasto educativo debe concebirse como una inversión a largo plazo, con frutos tal vez poco claros en el futuro inmediato, pero determinantes en el desarrollo del país.

El Congreso de la Unión, los legisladores, fueron los principales destinatarios del discurso del rector porque tienen en sus manos la definición del presupuesto de Egresos 2011, uno de los pocos ámbitos donde las políticas de Estado en su conjunto pueden reconducirse. Otorgar más presupuesto a la educación superior para aumentar su cobertura puede no incidir de inmediato en los índices de pobreza; sin embargo, otorga una oportunidad de autorrealización a los sectores más agraviados.

La investigación científica no convertirá a México de la noche a la mañana en exportadora de tecnología, pero sentará los cimientos para que ello ocurra antes de que los pozos petroleros se sequen.

Sólo 3 de cada 10 mexicanos tienen acceso a la educación superior, esto se refleja en infinidad de rezagos nacionales desde el casi nulo registro de patentes hasta las limitadas opciones para el autoempleo de posibles emprendedores.

Un cambio de modelo habría sido la mejor manera de celebrar el cumpleaños 200 de México.

¿Qué tanto el discurso del rector moverá conciencias entre legisladores y Ejecutivo? Ojalá más que en el pasado. A José Narro se le ha descalificado como radical, en vez de asumir que su ánimo no es el de quebrar cristales, sino el de asumir como propio el ímpetu de cambio de los jóvenes a quienes tiene a cargo.

0 comentarios: