México y la mala educación

29 Junio, 2009 - 23:44
CREDITO: Joaquín López-Dóriga Ostolaza

Sin Fronteras Por: Joaquín López-Dóriga Ostolaza

El reporte sobre la competitividad de México que presentó el WEF la semana pasada, y del que hablamos en la edición anterior de esta columna, contiene un análisis muy interesante sobre el papel del sistema educativo en México.

El WEF considera a la educación como uno de los 12 pilares del desarrollo económico y la competitividad.

De acuerdo con el reporte, México ocupa el lugar 66 entre 134 países en cuanto al nivel competitivo de su sistema educativo a pesar de ser uno de los países emergentes que más gasta en educación.

Este gasto en México es equivalente a 5.3% del PIB, lo cual coloca a México en el lugar 31 entre los mismos 134 países.

La pobreza de nuestro sistema educativo es aún más evidente al ver la posición de México en calidad de educación primaria, donde ocupamos el lugar 116.

Los gobiernos de las últimas décadas han hecho un esfuerzo importante por ampliar el acceso a la educación primaria, incrementando el gasto público en educación de un equivalente de 3.7% del PIB en 1990 a 5.9% del PIB en el 2005, nivel similar al promedio de la OCDE que se sitúa en 5.6%, de acuerdo con datos del WEF y la OCDE.

El reporte sugiere que el gran problema de la educación en México no estriba en la falta de recursos, sino en una pésima distribución de éstos.

El estudio concluye que los maestros juegan un papel clave en el proceso de desarrollo y aprendizaje de los estudiantes y que su compensación representa el componente más importante del gran gasto que hace México en educación.

El gremio magisterial en México está dominado por el grandísimo y poderosísimo Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el cual hoy en día se ha convertido en el principal obstáculo a una reforma educativa de fondo que permita impulsar la calidad educativa.

El SNTE se ha convertido en un sindicato altamente politizado, más ocupado en extraer y mantener rentas y prebendas a cambio del voto en bloque que en educar a los niños y adolescentes de México.

La evidencia está en la falta de correlación entre los altos niveles de gasto en educación y los pobres resultados de los alumnos mexicanos en pruebas estandarizadas a nivel internacional.

De acuerdo con el estudio del WEF, la mayoría de los países que destinaron montos similares como porcentaje del PIB al gasto público en educación obtuvieron resultados superiores a México en estas pruebas.

No es casualidad que los países emergentes que más han avanzado en competitividad y bienestar de su población en los últimos 15 años, como Corea del Sur, son los que mejores resultados han tenido en la arena educativa.

Corea del Sur ocupa el lugar 12 en la clasificación de educación superior mientras que México se sitúa en el lugar 71.

Si México quiere salir de la trampa de crecimiento en la cual se encuentra, uno de los prerrequisitos es que el SNTE deje de ser cómplice de la partidocracia y un obstáculo a las reformas educativas que buscan mejorar la calidad de la enseñanza. Nuestros hijos merecen una mejor oportunidad.

El texto original fué tomado de aquí.

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