El SNTE y su nueva, vieja chacha


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El economista
Manuel Ajenjo
22 Octubre, 2012 - 22:01

No puedo precisar de cuando acá a las trabajadoras domésticas les empezaron a decir “chachas”, modo hipocorístico de denominar la palabra muchachas, eufemismo de sirvientas. (Allá por mi niñez, algunos dirán que en el Año del Caldo, mas se equivocan porque la niñez jamás será en el Año del Caldo, éste es en la adolescencia. Pero, decía, hace cuatro o cinco décadas, por lo general, a la primera de las hijas de una familia decente le decían “chacha” una especie de junior femenino españolizado).

Hoy, sin embargo, por el cambio de significado del precitado término, las pocas sobrevivientes con el título de tía Chacha -es excepcional la familia en la que no haya habido una- olvida el alias vergonzoso del pasado y vuelve a ser la tía Eduviges o la tía Tula o la tita Felisa, aunque solterona y arrimada a la familia haga las veces de sirvienta. Palabra ésta que no tiene más carga peyorativa que la que le dan las propias personas que desempeñan este oficio que consiste en hacerse cargo de las labores domésticas por medio de una remuneración económica o algo parecido. Por su parte, las y los contratantes de sirvientes, sirvientas o chachas podrán tener amplia cultura, inclusive, títulos universitarios y esto no es óbice para ignorar que la esclavitud fue abolida de manera universal el 9 de marzo de 1927, aunque los movimientos antiesclavistas comenzaron a existir y con gran fuerza a partir de la Revolución Francesa (1789).

Quiero dejar bien claro que en mi opinión el término sirviente(a) no es en modo alguno insultante, por el contrario, ser sirviente es servir: funcionar, valer, dar, ofrecer, dedicar, suministrar, prestar, proporcionar, ser el adecuado, ya sea en labores domésticas o en trabajos especializados. Para acabar pronto: el Presidente de la República es el Primer Sirviente del País, aunque, como en el caso del actual, tenga un tiradero de cadáveres, unos escondidos en el clóset, otros debajo de la alfombra y de los muebles; además tiene un cadáver, en especial, que se le dio a la fuga, motivo por el cual nos trae expectantes para ver cómo justifica ese faltante dentro de 38 días, inexorable fecha en la que tiene que dejar el empleo. La vajilla y la cristalería rotas -joyas de la familia- las debemos considerar daños colaterales.

El nuevo cargo: sirvienta

Coincidentemente con la discusión legislativa en la Cámara de Senadores de la reforma laboral en el que se debaten en comisiones los temas relativos a la democracia y transparencia sindical, así como la obligación de que los sindicatos elijan a sus dirigentes mediante voto libre, directo y secreto, y que los jerarcas de dichas asociaciones gremiales manifiesten públicamente la información sobre el manejo del dinero producto de las cuotas, el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) hizo del litigio parlamentario materia muerta y de un plumazo la antigua Presidenta Vitalicia de la corporación se pasó por el Arco del Triunfo -gónadas femeninas- no sólo el compás de espera -que si bien no estaba estipulado estrictamente se sobreentendía que los interesados usaran, le dieran chance, como una demostración de decencia -palabra que al igual que el adjetivo epidemiológico, la señora Gordillo desconoce.

Bastaron tres días. Primero para mover el lugar donde se desarrollaría el VI Congreso del SNTE. Se había anunciado, discretamente, que su sede sería en Rosarito, Baja California. De última hora a La Maestra y a sus lacayos les llegó la amenaza que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) -sus enemigos irreconciliables- estaban más que listos para trasladarse a dicha localidad con el fin de impedir la realización del Congreso. Doña Elba Esther, que tiene dinero para llenar un chárter y le sobra cambio para adquirir un avión como el que va a comprar la Presidencia para que quien sea el Secretario de Gobernación del nuevo gabinete viaje sin temores, cambió, de un día para otro, el punto de reunión. Se fue a las antípodas. Trasladó a todo el personal que ella controla a Cancún, Quintana Roo, dejando a los pobretones de la CNTE en el norte. Cerca de Estados Unidos -comentó la condenada güereja- para que a wilson se enseñen a hablar inglés, juar, juar, juar -soltó la carcajada de las de acá a la manera de Doña Borola.

No contenta con la maniobra del cambio de sede, al otro día súbitamente propuso un cambio en los estatutos. La señora Gordillo Morales dejaría de ser Presidenta Vitalicia del Magisterio para poder aspirar a la titularidad del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública. Por mayoría visible de votos -a mano alzada- la propuesta fue aprobada.

Por medio de la reforma al estatuto votado de manera tan democrática se creó la figura del Consejo Superior, cuya primera atribución será coordinar los trabajos de todos los órganos de gobierno de carácter nacional que integran el sindicato. Dicha instancia estará por encima del Comité Ejecutivo Nacional, así como de los comités nacionales de vigilancia, electoral y de acción política, fiscalización, transparencia y rendición de cuentas (el lector pide tiempo para reírse un rato, se le concede mediante este punto y aparte).

Como ya se habrá imaginado quien esté leyendo este pergeño, la titular, durante los próximos seis años, del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública será La Maestra Elba Esther Gordillo Morales, que ganó con 3,205 votos -casi unanimidad. Ah, se me olvidaba decirles que la planilla que postuló a Elba Esther se llamó Innovación y fue planilla única. ¡Viva la democracia sindical!

¿Quién no va a votar por la líder sindical capaz de hacer discursos como el siguiente? “En nuestra organización gremial no caben los líderes morales -su apellido materno- ni vitalicios -su cargo anterior”. También convocó a los maestros aglutinados al sindicato a revisar la relación con el poder y con los partidos, “a no estar ‘arrodillados’ ante nadie” (...) Aunque también ofreció “un gremio de respeto ‘sin rubores’ con el presidente electo de México, Enrique Peña Nieto”.

Pero, sin duda, la parte de su alocución más gustada fue cuando manifestó: “Nunca he pensado ser Secretaria de Educación ni sirvienta de nadie... (Ahí hizo una pausa y agregó) más que del SNTE”. Por poquito y se le escapa decir que ni del SNTE, mucho menos de los educandos mexicanos. Dice mi amigo el caricaturista Chavo que en el momento de decir “nunca he pensado ser Secretaria de Educación ni sirvienta de nadie” tomó la escoba de varas que estaba junto a ella y dijo: ¡Que quede claro, éste no es mi instrumento de trabajo, es mi transporte!

Consulté con un viejo maestro retirado, mi amigo César, si La Maestra era capaz de ser sirvienta del sindicato. César me dijo que por supuesto que sí, pero que si a él le piden una carta de recomendación en favor de Elba no la piensa dar, porque durante su estancia en el gremio que coincidió con La Maestra en la dirigencia se perdían las cosas.

El caporal

Si La Maestra es la sirvienta del SNTE, Carlos Romero Deschamps es el mayordomo del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), pero mejor le damos título de caporal, sobrenombre que se asocia más con el campo y, por lo tanto, con la charrería.

También este fin de semana, en circunstancias parecidas a las del gremio magisterial, los petroleros -los pocos que tuvieron acceso a votar- eligieron como su líder máximo, por seis años más, al papá de Paulina, la feliz y alivianada joven que de su lujosa vida ha hecho una bofetada diaria para el pobrerío nacional.

En una convención ordinaria, en la que dos huelepedos asidos de un mecate se convirtieron en cadeneros de antro para sólo dejar entrar a los 36 jefes de las secciones nacionales, don Carlos fue investido como líder -el mero picudo por seis años más- del sindicato que dirige.

Se extrañó en la ceremonia cívica-demócrata-electoral la presencia de la hijita del líder y de sus tres agradables mascotitas: Keiko, Boli y Morgancita.

Tampoco estuvo su hermano -de la hijita, no de las perritas. El andaba probando su Ferrari Enzo en Miami. ¡Atención Peña Nieto! ¿Quieres una legitimación de a de veras? Coge a estos zánganos y mándalos a “mingar a su chadre”, con eso se nos olvida Monex, Soriana, la FIL y hasta Paulette.

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