La desigualdad de ingresos empeora con abandono escolar: Cepal… y ahí México es líder


http://www.sinembargo.mx/14-10-2015/1518432

Por Redacción / Sin Embargo
Octubre 14, 2015 - 15:03h

Con datos del 2012, la Cepal detectó que en México el 20.5 por ciento de jóvenes no estudiaban ni trabajaban. De los 160 millones de jóvenes entre 15 y 29 años que viven en América Latina y el Caribe, 29.7 millones están en esa situación de paro.

Ciudad de México, 14 de octubre (SinEmbargo).– ”Más años de escolaridad no solo permiten acceder a mejores oportunidades de inserción laboral, sino que también habilitan a las personas jóvenes para tener una participación más plena en las sociedades democráticas, complejas y globalizadas que enfrentan”, asegura el informe “Juventud: Realidades y retos para un desarrollo con igualdad” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Pese a que la educación plantea una oportunidad para el mundo laboral, México se colocó en el número uno, de la lista de abandono escolar de 18 países, con un porcentaje de 28.9 de jóvenes mexicanos que desertaron de la secundaria en el 2012, lo que también tiene efectos económicos en las naciones.

México (28.9 por ciento), Uruguay (21.7 por ciento), Nicaragua (19.7 por ciento), El Salvador (19.3 por ciento) y la República Dominicana (19.3 por ciento) no sólo presentan elevadas tasas de deserción en ese nivel de enseñanza, “sino que registran una marcada brecha entre los hogares de mayores y menores ingresos”, agrega el texto presentado en El Salvador.

El informe enfatiza que hay profundas brechas de igualdad que aumentan en la medida en que se avanza de nivel educativo. Muchos de los jóvenes, afirma, no asisten a la escuela por razones económicas o problemas que se relacionan con la oferta o falta de establecimientos.

En cuanto a las barreras para acceder a una preparación universitaria, el documento, citando a la Revista Desarrollo y Sociedad, expone que “la disponibilidad de una educación superior no universitaria de calidad no solo tiene notables efectos en la trayectoria de los estudiantes, sino que también tiene una gran incidencia a nivel económico y social, tanto en el aumento de la productividad como en la disminución de la brecha entre oferta y demanda de mano de obra calificada y la reducción del desempleo y de la desigualdad de ingresos en los países”.

Aunque los dos ejes principales de la inserción social de los jóvenes son la educación y el empleo, también se requieren políticas en materia de salud, violencia, participación política y acceso a la tecnología y la cultura, señala.

Las condiciones y oportunidades para las nuevas generaciones de jóvenes han dificultado su proceso de emancipación y autonomía. Un ejemplo de ello es el alargamiento de la etapa juvenil al aumentar los años de estudio y aplazar la inserción al mercado del trabajo, así como la formación de una familia.

“Las condiciones que rodean a los jóvenes de distintos estratos socioeconómicos y realidades generan trayectorias cada vez más oscilantes entre los sistemas educativos, el desempleo, el trabajo, las labores familiares, la inactividad y otras situaciones”, introduce la Cepal.

NO ESTUDIAN NI TRABAJAN

Con datos del 2014, la Cepal revela que el grupo de jóvenes desvinculados del sistema educativo y del mercado laboral está constituido en su mayoría por mujeres (73.5 por ciento) y residentes de zonas urbanas (63.5 por ciento); las excepciones son Guatemala y Honduras, donde la mayoría de estos jóvenes viven en áreas rurales.

Y con datos del 2012 el organismo informa que el 22 por ciento de las personas jóvenes de entre 15 y 29 años declaró no estudiar ni trabajar (29.7 millones). Por el contrario, sólo una décima parte de todos los jóvenes consultados estudian y trabajan remuneradamente.

En América Latina y el Caribe viven cerca de 160 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años de edad.

En cuanto a México, en el 2012 la Cepal detectó que el 20.5 por ciento de jóvenes no estudiaban ni trabajaban; el 47 por ciento trabajaba; el 23.8 por ciento estudiaba y el 8.7 por ciento ambas.

El informe aclara que la mayoría de estos jóvenes, en especial las mujeres, están dedicados a tareas de cuidado y al trabajo doméstico no remunerado, se encuentran desempleados (buscan trabajo remunerado), están esperando un empleo o tienen una discapacidad. Es decir, las razones son ajenas a delincuencia, consumo de drogas o formación de pandillas.

EDUCACIÓN Y EMPLEO

Hace tres años aproximadamente el 37 por ciento de los países documentados asistía a un centro educativo de enseñanza primaria (los más rezagados), secundaria o postsecundaria (técnico-profesional o universitaria), lo que equivale a unos 49.9 millones de jóvenes.

La información disponible para 18 países muestra que aproximadamente 76 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años se encuentran empleados en América Latina. Esta cifra corresponde a alrededor del 50 por ciento de los jóvenes, de los cuales un 10 por ciento se encuentran estudiando y trabajando remuneradamente a la vez (es decir, un 20 por ciento de los jóvenes empleados).

La mayoría de los jóvenes que laboran se desempeñan en el sector terciario.

Mientras los más jóvenes (de 15 a 19 años) perciben, en promedio, un tercio de los ingresos medios de los adultos, los de 20 a 24 años ganan aproximadamente la mitad y el tramo siguiente (de 25 a 29 años) percibe más de las tres cuartas partes de lo que ganan los adultos. Los datos también indican que la brecha es significativamente mayor para los hombres que para las mujeres.

En países como México, Bolivia, Brasil, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay el porcentaje de jóvenes que están empleados (ya sea que estudien o no) supera el 55 por ciento, en tanto que en la Argentina, Chile y la República Dominicana esta cifra se ubica por debajo del 45 por ciento.

EMPLEADOS Y DESEMPLEADOS

En promedio, la población juvenil tiene una tasa de desempleo dos veces mayor que la población adulta, “lo que constituye un fenómeno de larga data y representa un problema estructural a nivel mundial”.

México no figura entre los primeros países con tasas de desempleo juvenil altas. El 19.3 por ciento de los jóvenes con el nivel socioeconómico más bajo (quintil I) de toda la región se encuentran en esa situación frente al 10.6 por ciento de los mexicanos.


Padecen niños mexicanos pobreza, inseguridad y hacinamiento: OCDE


http://www.proceso.com.mx/?p=418076

Juan Carlos Cruz Vargas
13 de octubre de 2015

MÉXICO, D.F. (apro).- Aparte de ser la nación con el menor ingreso familiar per cápita entre los 34 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México los niños enfrentan vulnerabilidades como pobreza, hacinamiento en sus viviendas, escasa educación e inseguridad en su entorno.

Ello se desprende del informe “¿Cómo la vida?”, presentado este día por la OCDE en Guadalajara, Jalisco, donde se afirma que “en comparación con los niños de otros países de la OCDE, los menores mexicanos padecen, en promedio, condiciones materiales de vida bajas, con una tasa de pobreza de ingresos de 25.8%”. Las tasas de pobreza infantil a nivel mundial. Gráfico: OCDE

Esa tasa es la segunda más alta de las economías que integran el organismo internacional, sólo después de Israel, que casi llega a 30%; mientras que en tercer lugar se encuentra España, con una tasa superior a 20%. El promedio de pobreza infantil de la OCDE se ubica en 14%, el cual incrementó después de la crisis económica del 2009.

“La pobreza por ingresos afecta a uno de cada siete niños de la OCDE y el 10% vive en hogares con todos sus miembros desempleados. Desde el inicio de la crisis económica, la tasa de pobreza infantil ha aumentado en dos tercios en los países de la OCDE y supera a la de la población general en la mayoría de los países”, señala el estudio.

Según el organismo, los niños de familias más desfavorecidas afirman tener menos compañeros de clase que se portan bien con ellos y que les ayudan, y es más probable que sufran bullying en la escuela.

De hecho, el documento señala que las cifras de satisfacción con la propia vida, de habilidades de lectura y resolución de problemas, de comunicación con sus padres y su intención de votar en las elecciones nacionales cuando sean grandes son menos positivas cuando se trata de niños de entornos menos favorecidos. La creciente desigualdad entre los padres termina minando las oportunidades de sus hijos.

Y México no es la excepción.

Además de ocupar uno de los primeros lugares en bullying a escala mundial, en nuestro país la tasa de homicidio infantil ocupa una de las más altas. No sólo eso, también registra competencias de lectura bajas entre los jóvenes de 15 años, ya que 15.5% de los mexicanos de 15 a 19 años no trabaja ni estudia ni está en formación.

La situación es grave al grado de que el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, advirtió que “las políticas fallarán en construir una mejor sociedad si no toman en cuenta las necesidades de todos sus miembros, particularmente las de los muy jóvenes. La lucha contra la inequidad comienza al asegurar que todo mundo disfrute de oportunidades que les permitan desarrollarse en la vida, especialmente a una edad temprana”.

Desigualdad al alza

El informe también puso al desnudo que las desigualdades regionales en ingreso y empleo son mayores en México que las observadas en otros países de la OCDE.

De hecho, el ingreso familiar disponible neto ajustado es casi tres veces más alto en el Distrito Federal que en Chiapas. En tanto que 5.4% de los capitalinos tiene un ingreso inferior a la mitad del ingreso medio del país, en Chiapas el porcentaje es de 48.9%. Por su parte, las tasas de desempleo fluctúan entre 1.5% en Guerrero y 6.8% en la Ciudad de México. El bienestar de los niños en México. Gráfico: OCDE

En relación con el logro educativo, en el Distrito Federal 57.6% de la fuerza laboral tiene por lo menos educación secundaria, en tanto que en Chiapas el porcentaje es de sólo 26.9%.

De igual forma, México registra una elevada variación regional en la calidad del aire, con mala calidad en sus grandes ciudades.

En tanto, el porcentaje de familias con conexión de banda ancha fluctúa entre 55.1% en Nuevo León y sólo 9.5% en Chiapas.

El estudio “¿Cómo va la vida?” es la base del Índice para una Vida Mejor, que representa una aplicación en línea interactiva que invita a los usuarios a comparar el bienestar entre los países de la OCDE y otras naciones.

Para los usuarios mexicanos del Índice para una Vida Mejor, los tres temas más importantes son educación, salud, satisfacción ante la vida y la seguridad. Mientras que los menos relevantes serían compromiso cívico, comunidad y medio ambiente.