Gordillo, un cálculo en la real politik


http://www.jornada.unam.mx/2013/03/07/opinion/033a1pol

Octavio Rodríguez Araujo

Estamos engordillados, pues tantas noticias y comentarios sobre la detención de Elba Esther Gordillo (EEG) nos han inundado como pocos temas, y todavía saldrán más información y posibles cómplices.

Como ya se ha dicho casi todo sobre ella, me saltaré la parte biográfica del pasado de la señora del SNTE. Para mí su detención fue un golpe mediático bien orquestado en tiempo y forma, más en tiempo que en forma. Ya estaba listo su sucesor, Juan Díaz de la Torre, elegido en Guadalajara por mayoría de votos al día siguiente de la aprehensión de EEG. El pacto de la sucesión se realizó en Los Pinos. Todo se hizo en cosa de horas, y salió bien; se amarraron los cabos y al parecer ninguno quedó suelto. Ya hasta se dictó auto de formal prisión a la ex dirigente, a siete días de su detención en Toluca.

El calendario era propicio y no terminaba con EEG en Santa Martha Acatitla y luego en Tepepan. Inmediatamente después, casi en coincidencia con las fechas de la fundación del PRI, se realizaría la 21 asamblea nacional de este partido en la que el papel estelar lo tendría, como en los viejos tiempos, el Presidente de la República, aplaudido con actitudes cortesanas dieciochescas (véase foto principal en La Jornada, 4/3/13). Tres aspectos sobresalieron en esta asamblea de delegados nacionales: 1) que los priístas que habían sido postulados por otros partidos tendrían las puertas abiertas para reingresar (de los arrepentidos se vale Dios), 2) que los miembros de ese partido, y particularmente los legisladores, tendrán libertad para ponerle IVA a medicinas y alimentos si así lo consideran, y 3) que la reforma a Pemex, que ampliará la intervención del capital privado en la paraestatal, se llevará a cabo proteste quien proteste.

Como se trata, según sus actuales dirigentes, de un nuevo PRI, el Presidente de la República ha dejado de ser el jefe nato del partido (como era antes) para convertirse en un integrante más del Consejo Político Nacional que, casualmente, será el mero mero de su Comisión Política Permanente, es decir de la instancia encargada de aprobar a los candidatos para todos los puestos de elección popular (diputados, senadores, gobernadores y hasta alcaldes municipales si es necesario). A esta modalidad, y por contraste con la sana distancia de Zedillo, César Camacho, presidente del PRI, la llamó sana cercanía. El dedazo regresó.

Si el PRI venía arrasando electoralmente en comicios locales y también en los federales de 2009 y 2012, va por más. Quiere recuperar los tiempos del carro completo y, además, con la legitimidad que dan los altos porcentajes de votos. Si entre 1964 y 2000 ese partido iba en declive hasta perder las elecciones con Fox, desde 2007 viene en ascenso y aspira a alcanzar porcentajes similares a los de su viejo pasado. El golpe a EEG fue para eso, en una estrategia bien pensada contra una persona indefendible y que desde hace varios años era motivo de escarnio popular y una vergüenza para no pocos priístas que se sintieron traicionados desde que era secretaria general de su partido.

Escogieron adecuadamente, pues el SNTE, si bien es el sindicato más numeroso del país, no está ligado directamente a la economía ni es estratégico en la producción industrial, como sí lo son otros, comenzando con el de Pemex. Carlos Romero Deschamps es otro dirigente impresentable y con una larga cola que le pueden pisar en cualquier momento, pero Pemex es Pemex y su reforma en puerta requiere de estabilidad en su interior y control de sus trabajadores. Pero, además, se hubiera visto muy mal que Peña hiciera algo semejante a lo que hizo Salinas con La Quina. Poco original, se hubiera dicho. El sindicato petrolero es consentido y así seguirá siendo, ya que la industria es fundamental para la economía del país. Es, para decirlo en una palabra, uno de los pocos sindicatos estratégicos en términos económicos, en tanto que el de maestros es incluso prescindible por muchos conceptos, salvo el electoral, como lo demostró EEG en los comicios de 2006, principalmente. Sin su apoyo a Calderón hubieran sido más difíciles las trampas que privaron a López Obrador de la Presidencia.

Romero Deschamps no fue relegido casualmente por seis años más. Le es funcional al nuevo gobierno, precisamente por corrupto y disciplinado. Elba Esther, en cambio, cambiaba de chaqueta (¿Chanel?) según sus conveniencias personales, que no sindicales ni partidarias. No era confiable en ningún sentido, ni siquiera tan útil como quizá ella pensaba. El triunfo del PRI de 2012, sin alianza con el Partido Nueva Alianza aunque sí con el Verde, fue con 19.23 millones de votos en tanto que el Panal de EEG obtuvo poco más de un millón de sufragios (38.21 por ciento contra 2.29 por ciento). Por lo demás, la cúpula sindical de los trabajadores de la educación sólo cambió de manos, y no precisamente en un ambiente democrático. Falta ver qué hace la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que no comparte muchas de las posiciones institucionales del SNTE y que tiene influencia en un buen número de las secciones del gremio. Por lo pronto, ya iniciaron protestas contra la reforma educativa en Chiapas, Michoacán, Guerrero, Durango y Oaxaca, y dijeron que la detención de EEG no los distraerá de su lucha por la defensa de la educación pública.

Lo declarado por Peña Nieto de que en México no hay intocables está por verse. El caso de EEG no es como la clásica pieza de dominó que al caer tira a todas las demás. Los que caerán será porque el jefe del Ejecutivo así lo decida, y en el momento que acuerde con sus principales operadores políticos y financieros. Ningún gobernante, ni aunque fuera honesto, prescinde de quienes lo apoyan, por más corruptos que sean, si los considera necesarios. Así es la real politik, y los gobernantes actuales la conocen bien desde hace tiempo.

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