El Senado pide a la Cámara de Diputados trabajar en conjunto la reforma educativa


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/19/politica/008n1pol

Andrea Becerril y Víctor Ballinas
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de diciembre de 2012, p. 8

La bancada del PAN va por la reordenación de la relación laboral con el SNTE.

Podemos enriquecer la minuta, pero debemos participar en la negociación en San Lázaro: Gamboa.

El Senado solicitó este martes a la Cámara de Diputados trabajar en conferencia la reforma constitucional en materia educativa que el presidente Enrique Peña Nieto hizo llegar al Congreso el pasado día 10, a fin de que sea aprobada lo más rápido posible, con algunos cambios.

La bancada del PAN va por modificaciones de fondo, que incluyen tocar los intereses del sindicato magisterial que dirige Elba Esther Gordillo.

Según el acuerdo de la Junta de Coordinación Política aprobado por el pleno, las comisiones de Puntos Constitucionales y de Educación Pública de ambas cámaras del Congreso debieron reunirse ayer y hoy para revisar la propuesta de ley.

En conferencia de prensa, los coordinadores de PRI, PAN y PRD, Emilio Gamboa, Ernesto Cordero, y Miguel Barbosa, respectivamente, precisaron que dada la premura del tiempo, ya que la legislatura está por concluir, trabajar en conferencia permitiría que los cambios que se harán en la minuta al Senado puedan pasar después por San Lázaro. El panista respondió que están dispuestos incluso a ir a un periodo extraordinario de sesiones, de ser necesario.

En ambas comisiones se ha venido trabajando con esmero y dedicación, y hay observaciones y puntos de vista que queremos dejar plasmados en la minuta que se va a aprobar en la Cámara de Diputados, recalcó el priísta Gamboa Patrón.

Los cambios

Al respecto, el presidente de la Comisión de Educación, el senador panista Juan Carlos Romero Hicks, detalló que un tema que no incluye la iniciativa de Peña Nieto y que deben incorporar es la reordenación de la relación laboral con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con el propósito de que aparte de la obligación docente, se lleve al Apartado B de la Ley Federal de Trabajo la transparencia y rendición de cuentas.

Asimismo, sostuvo, que se establezcan sanciones a los paros ilegales que llevan a cabo los maestros, ya que ello daña a los niños y a la sociedad, y revisar las condiciones generales de trabajo de los integrantes del SNTE, “para que sea precisamente el secretario de Educación el que revise temas importantes que contravengan aspectos del Servicio Profesional Docente, como son los permisos, licencias y las comisiones inapropiadas.

Romero Hicks recalcó que otros puntos en los que habrá modificaciones es en lo referente al Sistema Nacional de Evaluación y al Servicio Profesional Docente, donde deberán articular mejor las cosas, ya que no tiene el alcance que queremos.

El coordinador perredista, Miguel Barbosa, resaltó que debido a que están arrinconados por el tiempo, ya que el periodo de sesiones vence esta semana, es que demandaron trabajar en conferencia con los diputados, a fin de que cuando la minuta llegue al Senado contenga ya la opinión de los senadores.

Gamboa Patrón, en tanto, comentó que en el Senado de la República puede enriquecerse la minuta, pero es importante que los senadores participen desde ya en la negociación que se lleva a cabo en la Cámara de Diputados.


No menos de ocho


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/16/opinion/018a2pol

Jorge Durand
La Jornada

El gobierno de Calderón al fin de su sexenio ha sido calificado con 53 por ciento de aprobación, mientras que Fox obtuvo al final de su mandato 70 y Salinas 77. En Chile la calificación que obtuvo Sebastián Piñera en este fin de año fue de 26 por ciento y Ollanta Humala, en Perú, fue calificado con 45 por ciento de aprobación, ambos reprobados. De lo que se puede concluir que Calderón lo hizo mucho mejor que los presidentes de Chile y Perú o que en México hay una tendencia clara a calificar muy alto.

Me inclino por la segunda opción. En México somos muy generosos con las calificaciones, es parte de nuestra cultura. Reprobar significa descalificar, implica decir no de manera rotunda. En el lenguaje coloquial utilizamos el fíjate que siempre no, que es una negación, o una manera de decir no, que implica una disculpa, que argumenta un imponderable: Hice todo lo posible, pero no se pudo. Curiosamente, cuando se formula la negación de esta manera, ya no cabe la discusión.

Y a veces hay que decir no de manera rotunda. En el Chile de Pinochet el plebiscito fue entre el sí y el no. Ganó el no. Al respecto vale la pena leer la novela Los días del arcoíris, de Skármeta, y cómo un publicista pudo dar color, sentido y alegría a una opción negativa.

Según Samuel Ramos, en su obra clásica sobre El perfil del hombre y la cultura en México, señala que hay un sentido crepuscular en el mexicano, que muchas veces prefiere dejar las cosas en claroscuro y no poner los puntos sobre las íes. Esta tendencia se refleja en el medio académico mexicano donde se tiende a calificar muy alto. Es muy fácil sacar un 100 y casi nadie puede calificar con menos de 80.

Lo curioso es que esta tendencia idiosincrásica ha sido alimentada y fomentada de manera explícita por el Conacyt. En el contexto universitario de maestrías y doctorados que pertenecen al padrón de Conacyt, tener un 80 se ha convertido en el límite inferior. Y calificar con menos significa reprobar, esto implica que el estudiante pierde la beca y esta acción recae sobre la conciencia del profesor.

Peor aún, para un profesor reprobar a un estudiante, implica un problema adicional con los coordinadores de la maestría o el doctorado, porque eso afecta la llamada eficiencia terminal del programa. Un reprobado baja el índice de eficiencia. No importa que el alumno sea mal estudiante, que no sepa escribir, que no sepa investigar o que su tesis sea impresentable.

Se supone, curiosamente, que esta medida se ha impuesto como el mejor medio para lograr la excelencia. Es algo así como la escuela primaria, donde está prohibido reprobar y si un profesor lo hace, recae toda la culpa sobre él mismo, porque no supo sacar adelante a su pupilo.

Según los designios de Conacyt, los reprobados cuentan negativamente en la eficiencia terminal, porque se les dio beca y fueron admitidos en un programa de excelencia. En efecto, cuando falla el proceso de selección, las consecuencias son problemas con la eficiencia terminal. Tampoco cuentan los enfermos o los accidentes; es deber de los estudiantes concluir con su tesis en cualquiera de los casos. Obviamente son casi todos, los que no se reciben son los que murieron en el intento.

Pareciera que el objetivo de Conacyt es cambiar de manera rápida el perfil de los profesores universitarios e ingresar en la modernidad, donde todos deben tener como mínimo nivel de doctorado. Y todavía nos queda un largo camino. Según anuncia la Universidad Autónoma Metropolitana, con gran orgullo en espots de radio, ellos tienen un promedio de 52 por ciento de doctores, mientras a escala nacional el promedio es de 38 por ciento.

Si la UAM, una de las instituciones más importantes del país, sólo tiene a la mitad de su planta docente con doctorado, me imagino cómo serán los promedios en otras instituciones universitarias. Nos falta mucho camino por recorrer.

Pero el punto radica en definir una estrategia adecuada para lograr el objetivo final. Ciertamente el país podría cambiar si se pone como requisito indispensable para enseñar en una preparatoria tener licenciatura y para enseñar en la universidad un doctorado. Parece ser que el objetivo es lograrlo a como dé lugar, no importa tanto la calidad como la cantidad.

Hay algunos centros universitarios que tienen tal prestigio y tal cantidad de postulantes que se pueden dar el lujo de seleccionar con métodos muy rigurosos, incluso de reprobar a sus estudiantes sin que les importe la famosa eficiencia terminal. Pero esa no es la tónica general de las universidades del país, donde han empezado a multiplicarse las maestrías y doctorados de todo tipo y nivel.

Otro problema grave derivado de las políticas del Conacyt son los famosos requisitos para entrar en el SNI y cambiar de nivel. El rumor en los pasillos académicos es que la dirección de tesis es un criterio fundamental. Y ha empezado la rebatiña, todo el mundo quiere, más bien debe tener a algún dirigido. A esto se añade el sistema de puntos y evaluación universitaria para acceder a estímulos. Todos tenemos derecho a un mejor salario, pero hay consecuencias negativas para el estudiantado y los profesores con este sistema de competencia.

En algunas universidades no hay normas claras a las cuales atenerse y contrastan con los criterios internacionales establecidos. Por ejemplo, un profesor recién egresado de doctorado puede dirigir una tesis de ese nivel, sin embargo, en Francia, se necesita una habilitación para hacerlo y cuesta mucho trabajo lograrla. Aunque parezca de Ripley, se dan casos donde el director de la tesis de doctorado es un connotado profesor, que resulta ser también el esposo de la estudiante. Curiosamente no se dan los casos al revés. Cómo es posible que nadie diga al profesor que no se puede, que no se estila, que hay un claro conflicto de intereses.

Al respecto, viene al caso un dicho popular que escuché en Bolivia hace ya un buen trecho: Más vale un carajo a tiempo que cien avemarías después.


La educación es tarea nacional y de Estado


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/16/opinion/018a1pol

Rolando Cordera Campos
La Jornada

Más allá de las reiteraciones dogmáticas del secretario de Hacienda, así como de su desconocimiento interesado de la historia económica de México, el presupuesto reclamará más pronto que tarde su papel de arena central donde la sociedad define sus objetivos y prioridades. Nada o poco tiene esto que ver con la vulgata hacendaria sobre unos equilibrios macroeconómicos ficticios, pero no por eso menos dañinos para el quehacer nacional y sus cimientos productivos, físicos y humanos.

Las prioridades nacionales siguen presentes y a los ojos de muchos, aunque la práctica financiera de arranque del nuevo gobierno haya optado por soslayarlas. La información divulgada por el Inegi en días pasados sobre el peso enorme de la informalidad laboral, confirma la importancia crucial y decisiva que el crecimiento tiene sobre las variables fundamentales de la vida moderna mexicana. Estas variables no parecen estar en la mirada de los rectores de la economía y los diputados y senadores parecen preferir hacer mutis y todos a una aprueban las leyes económicas fundamentales, sin al menos tomar nota de que el mundo puede derivar pronto a un nuevo escenario recesivo. De ocurrir ello, habrá que volver sobre la cuestión fundamental del papel del Estado, así como su traducción en pesos, centavos y políticas de emergencia que eviten descalabros escandalosos e injustificados, como el de 2009. Veremos.

Los acuerdos y los gestos de los dirigentes políticos nacionales han llevado a muchos observadores a anunciar el arribo de una nueva era para México. Quizá no sea para tanto pero, a la vez, es indudable que el país reclama nuevas formas de hacer y entender la política y la mera insinuación de que ello es posible ha despertado expectativas sofocadas por años de estancamiento económico y malestar social, despeñados en una violencia criminal y estatal simplemente inaudita.

Romper el círculo de hierro de la inseguridad en todos los planos de la vida colectiva y personal se convirtió en tarea prioritaria y nacional; sin embargo, hay que reiterar que nada de esto podrá siquiera iniciarse si no se asume el cuadro de desigualdad y empobrecimiento masivo que ha acompañado el despeñadero económico y el agravamiento de la vida comunitaria.

Nada como la educación para ilustrar tal circunstancia. Un país como el nuestro, reclama acciones inmediatas para recuperar el proceso educativo como un proyecto de todos y para todos; sin embargo, para convertir a la educación en un bien público digno de tal nombre se requiere de algo más, de mucho más, que de la reafirmación de la rectoría del Estado en materia educativa.

Los hombres y las mujeres a cargo de una tarea como la enunciada, ahora convertida en nuevo mandato constitucional, tienen que dar fe y muestras claras de que entienden la urgencia de dar al conjunto educativo nacional un nuevo carácter y una nueva dirección. Que están dispuestos a hacerse cargo de una misión que no pasa por los raseros usuales de la evaluación política o burocrática, porque se trata de una labor histórica y de Estado. Sólo así podrá México proponerse objetivos y metas trascendentes y creíbles para inscribirse en el nuevo y duro, agresivo y hostil, escenario global que se asoma a través de la crisis actual.

Sin educación no hay desarrollo; y sin una cultura nacional y popular extendida y ambiciosamente pública no puede haber una pluralidad política constructiva que nos acerque a una democracia creativa por justiciera e igualitaria.

La educación es cultura o no es nada. La reforma educativa, así, tiene que entenderse como misión cultural y civilizatoria, como la entendió Vasconcelos, pero también Lázaro Cárdenas. Es tarea cotidiana, pero a la vez visión de reconstrucción nacional y estatal, de recreación de lazos comunitarios perdidos en años de abandono de la responsabilidad del Estado con sus compromisos primigenios de equidad, justicia social y tutela de los más débiles.

No es necesario exagerar el punto: con la educación, el país se juega su futuro en la globalidad transformada por la crisis, pero también su presente como sociedad democrática que busca desenvolverse como comunidad moderna, progresista e innovadora.

A través de la polvareda ominosa que nos han dejado lustros de mediocridad económica y el retorno de los ritos y las ceremonias de la vieja sociedad cortesana y plutocrática, el país puede vislumbrar un porvenir distinto si ve en la reforma de la educación un proyecto que va más allá de la disputa burocrática o el abuso de poder corporativo. Si la ve y la concreta como gesta eminentemente cultural y, por ello, profundamente transformadora de valores y relaciones sociales y políticas, para hacer de la democracia no sólo un método para dirimir conflictos y dar legitimidad al mando y al poder, sino una forma de vida portadora de promesas realizables de desarrollo con igualdad y creatividad. Veremos, con el año, si eso es, todavía, parte de las utopías realizables por los mexicanos.


El pacto y la educación


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/16/opinion/010a1pol

Arnaldo Córdova La Jornada

Algo que yo he venido reiterando todo el tiempo es que no hay política, hoy en día, que no sea pacticia. Todo en política tiende a convertirse en pactos entre las diversas fuerzas políticas de la sociedad. Ya una vez representadas en el parlamento, esas fuerzas no pueden actuar sino poniéndose de acuerdo en todos los asuntos que sean objeto de su atención. Las leyes que emanan del Congreso, en primer lugar, no son más que pactos que buscan normar los hechos en la vida cotidiana de la sociedad. Pacto y política son hermanos siameses en una sociedad democrática. Todo se hace por acuerdos entre oponentes (los partidos políticos), inclusive en sociedades políticas que experimentan una relación de clara hegemonía de alguno de los actores.

Adolfo Sánchez Rebolledo, en su excelente artículo del jueves pasado, empero, señala las condiciones en que ese pactismo se debe dar para que sea, efectivamente, un acuerdo: los pactantes deben ser iguales y participar todos, en igualdad de condiciones, en la edificación del pacto. El Pacto por México fue elaborado por el nuevo gobierno de la República y puesto a consideración de tres partidos (PRI, PAN y PRD). En un pacto la adhesión de los otros también es legítima y el acuerdo no sufre ningún demérito. Pero debe mediar una negociación de los términos finales en que se apruebe y debe contener las posiciones de los diferentes participantes. En el pacto referido sólo hubo adhesiones cupulares y una total ausencia de participación de los partidos.

Las turbulencias internas que se han venido dando en el PRD muestran que sólo los dirigentes de una de sus corrientes estuvieron a favor de adherirse al Pacto. No hubo discusión en ningún partido, incluido el PRI, que precediera a la firma del acuerdo. Sólo los máximos dirigentes partidistas se pusieron de acuerdo. Afirmar, como se ha hecho, que los partidos nacionales encontraron un cauce para la recomposición de las relaciones políticas en el país y una fórmula para edificar una nueva agenda de entendimiento y cambios profundos que, muy probablemente, comparte la mayoría de los mexicanos, es una gran mentira. La recomposición de las relaciones políticas es materia de otra clase de pactos, donde todos tengan algo que decir y todos estén dispuestos a cambiar lo que se tiene que cambiar.

El Pacto por México es una suma de 95 puntos que, por lo demás, ya estaban en la agenda de gobierno de Peña Nieto (a ellos hizo referencia en su discurso inaugural) y que se iban a tratar de llevar a cabo, con pacto o sin pacto. Es cierto que algunos son muy importantes, como el que se refiere a la elevación a rango constitucional de la evaluación de los maestros de enseñanza básica y a la redefinición de las funciones del Instituto Nacional de Evaluación Educativa. Pero hay muchos otros en los que ni siquiera la militancia de los partidos tiene claro de qué se trata, como el referente a la apertura de la industria petrolera. Las posiciones que se adoptan en cada uno de esos puntos, que pueden concederse como importantes, son de carácter estrictamente personal de Peña Nieto.

A nadie se le puede ocultar la importancia que para los maestros de enseñanza básica tiene el que se garantice su permanencia y su ascenso en el puesto de trabajo sobre la base de su permanente evaluación y capacitación y no depender ya de estar bien o estar mal con los burócratas (todos ellos sindicales) de los que depende la organización de su trabajo. Que esa función corra a cargo de un organismo independiente y autónomo y se rija estrictamente por la ley, es también una garantía de que no habrá favoritismos ni interferencias ilegales de las mafias sindicales (por supuesto que esto tendrá que verse si de verdad se realiza). Todo tiene un destinatario clave: el SNTE; pero de esa corporación nadie dice nada y los mismos dirigentes sindicales se adelantaron a confirmar su adhesión servil a lo que se está cocinando.

Todos los expertos en materia educativa han venido señalando desde hace decenios que el problema de nuestro sistema educativo radica en el excesivo poder que ese sindicato ejerce sobre el mismo y, en particular, sobre la Secretaría de Educación Pública. Ellos han demostrado, una y otra vez, que no habrá reforma posible que mejore nuestra educación si antes no se liquida de tajo el dominio del sindicato sobre todo el sistema. Reformar la educación quiere decir reformar las relaciones de poder que se dan en nuestras estructuras educativas ¿Por qué no se debate públicamente este asunto? ¿Por qué Peña Nieto, guardando todas las fórmulas de cortesía que se puedan imaginar, no ha señalado que el principal problema educativo que tenemos es un problema sindical?

En el Plan por México, esta materia ocupa los puntos 7 a 15 y están todos desplegados en la reforma constitucional que, al respecto, propone Peña Nieto en su iniciativa del 10 de diciembre pasado. Lo principal es el sistema de evaluación educativa (puntos 7 y 8). Se cuenta también la creación del Servicio Profesional Docente (punto 12) el fortalecimiento de la educación inicial de los maestros (punto 13) y el incremento de la cobertura en educación media superior y superior (punto 14). Lo demás se refiere a dar autonomía de gestión a las escuelas, convertirlas en escuelas de tiempo completo y dar becas y computadoras portátiles a los estudiantes. La reforma educativa se inicia ahora con la iniciativa de Peña Nieto.

En la iniciativa las reformas son a las fracciones III, VII y VIII del artículo tercero de la Carta Magna y se adiciona una fracción IX. Todas versan sobre la creación de un Sistema de Gestión Educativa y sobre la transformación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, pero de esta última se encarga, en especial, la nueva fracción IX. El artículo 73 constitucional se reforma en su fracción XXV con la adición de las tareas que se desprenden de las reformas al tercero. En los artículos transitorios de la reforma se instruye al Congreso de la Unión para que dicte las leyes que hagan posible su realización.

Llama la atención la referencia que se hace al ampliar los horarios de las escuelas (de tiempo completo a 5 y 6 horas) al deber de alimentar a los alumnos y, sobre todo, como lo dice la misma exposición de motivos, de “impulsar el suministro de alimentos nutritivos y prohibir en las escuelas los alimentos que no favorezcan la salud de los educandos, llamados ‘chatarra’”. Es de esperarse que, por lo menos en este punto, se haga efectivo el control de la venta y distribución de tales porquerías.

Por razones de descanso (y de salud) me tomaré un corto tiempo de vacaciones. Nos veremos aquí de nuevo en tres semanas.


Pugnemos por una verdadera educación artística en niños y jóvenes, pide Toledo


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/16/cultura/a03n1cul

Jorge A. Pérez Alfonso
Periódico La Jornada
Domingo 16 de diciembre de 2012, p. 3

Realizan foro sobre política cultural, auspiciado por el IAGO y la Legislatura de Oaxaca.

Esperemos a conocer las propuestas de lo nuevos funcionarios de la cultura, dice el artista.

Oaxaca, Oax., 15 de diciembre. Los nuevos funcionarios en el área cultural nombrados por el presidente Enrique Peña Nieto son los mismos que fungieron durante las administraciones de ex mandatarios como Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, afirmó el pintor y activista oaxaqueño, Francisco Toledo, quien agregó: Los tiempos cambian, no se sí puedan hacer más de lo que ya hicieron.

Entrevistado durante el foro permanente de análisis Repensando la política cultural, convocado por el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) y la Comisión Permanente de Cultura de la LXI Legislatura local, el artista refirió sin embargo que será necesario esperar a que presenten sus propuestas, ya que es muy pronto para evaluarlos. Es muy temprano para hablar de avances o retrocesos, puntualizó Francisco Toledo.

Indicó que este foro se realiza con la intención de conjuntar ideas que sirvan para conformar una serie de propuestas que sean presentadas a los encargados de la política cultural y de esa manera se propicie una verdadera educación artística en los jóvenes y niños, además de los profesores ya que, consideró, son éstos los que pueden realizar una mejor difusión en la materia.

Exhorto contra la violencia

Respecto del tema magisterial en Oaxaca, Francisco Toledo llamó a la sociedad a no caer en la violencia como sucedió con pobladores de la Villa de Mitla, pues desalojaron a profesores de la sección 22 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE).

No me parece el camino, puede generar más violencia, advirtió el artista y agregó que si bien es necesario atender el tema educativo, esto debe hacerse con propuestas que no conduzcan a un ambiente de confrontación.

El primer ponente en el foro Repensando la política cultural fue Alberto Híjar, crítico de arte y ex preso político, quien fustigó con severidad a los políticos que han llevado las riendas en materia cultural en los sexenios recientes, los secretarios de Cultura, generalmente analfabetas, dicho con todo respeto y sin agraviar a los presentes y, afirmó, genios iluminados que dicen para dónde hay que orientar las cosas, dejando de lado a quienes participan activamente en el ámbito cultural.

Apuntó que una de las problemáticas por afrontar es la centralidad que se le da a la cultura en México, con el cuento que se da de la unidad nacional y la identidad nacional y estas cosas bonitas que suelen decir los demagogos para convencernos de que los mexicanos somos un solo país, una sola letra, un solo propósito, ésta dijo, es una concepción neutral en la cultura que “lo mismo determina a unos y a otros, a ricos a pobres, a indígenas, a monolingües, que a cultos doctorados en Harvard –y criticó– bueno, allá no, porque tienen pésimos doctorados a los que se reincorporó un güey”.


Llevan cinco años en aulas provisionales


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/16/capital/029n3cap

Rocío González Alvarado
Periódico La Jornada
Domingo 16 de diciembre de 2012, p. 29

Desde 2007, luego de que un socavón agrietó las paredes de su escuela, ubicada en Lomas de San Lorenzo, delegación Iztapalapa, prácticamente toda una generación de estudiantes de primaria se ha visto obligada a tomar clases en aulas provisionales, instaladas en el estacionamiento de unas oficinas de la policía capitalina, sin ningún tipo de seguridad, lo que pone en riesgo a la comunidad estudiantil y sus maestros.

El deterioro es tal, cuentan las madres de familia, que se caen las ventanas y ya en una ocasión, cuando los niños intentaron abrir una puerta, se quedaron con la manija y la puerta en las manos.

Lo más grave, denunciaron, se suscitó apenas el pasado 12 de diciembre, cuando un ventarrón derribó el techo de uno de los salones y afectó a tres más. No pasó nada, porque las aulas estaban vacías, pero no queremos esperar a que pase una tragedia, apuntó María Quintana, una de las integrantes de la mesa directiva de la escuela, que acudieron a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) para pedir que se destinen los recursos necesarios para construir un plantel.

Son mil 200 niños los que acuden a tomar clases en 22 aulas provisionales, que no cuentan con baños, agua ni luz propia. Las instalaciones eléctricas están a la intemperie y ya le hemos dicho a cuanta autoridad hemos podido, nuestros hijos están en riesgo, pero dicen que están seguros, externó Quintana.

A pesar de las condiciones en las que estudian, entre los niños de esta primaria se encuentra Luis Javier García Flores, estudiante de excelencia, que quedó entre los 28 alumnos a nivel nacional con mejor promedio en la prueba Enlace.

Al respecto, el diputado del PRD Alejandro Ojeda consideró lamentable esta situación y se comprometió a que independientemente de quien tenga la responsabilidad, desde la Asamblea Legislativa promoverá que se etiqueten 30 millones de pesos para la edificación de la escuela.


México copia a EU modelos que empobrecen la enseñanza: Ayers


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/16/politica/004n1pol

Periódico La Jornada
Domingo 16 de diciembre de 2012, p. 4
David Brooks

El catedrático de la Universidad de Illinois denuncia ofensiva contra profesores Potentados han encuadrado el debate en decir que los educadores son incompetentes.

Nueva York, 15 de diciembre. El profesor William Ayers, veterano luchador por la educación pública democrática, denuncia que las reformas en el sector que se promueven en Estados Unidos buscan minar la voz colectiva de los maestros, privatizar la administración de un recurso público y reducir la enseñanza a un examen estandarizado.

Señala que México y otros países que están copiando parte del modelo que se impulsa aquí deberían entender un par de cosas: una, se reduce la educación a algo que sólo se centra en un muy estrecho espectro cognitivo, en lugar de que sea una introducción robusta y amplia de los aspectos humanizantes de la cultura entera.

Ilustra: “no me puedo imaginar a los Obama diciendo a sus hijas: ‘nos gustaría llevarlas al concierto, a clases de violín, al equipo de natación, al ballet, al club de ajedrez, pero sólo lo haremos si se comprueba que eso elevará sus calificaciones en los exámenes’. Eso es una locura, ningún padre privilegiado diría tal cosa; entonces, ¿por qué se lo decimos a un niño afroestadunidense en Brooklyn? Es un insulto y lo más lejos de la democracia. Por eso, esa reducción del currículum, eso de deshacerse de las artes, de educación física, todo eso tendrá consecuencias desastrosas a largo plazo si uno desea vivir en una sociedad humanizada y democrática.

La segunda consecuencia que estamos viendo es que se está desalentando a toda la mejor gente que desea ingresar al magisterio. El modelo de enseñanza que promueve Arne Duncan (secretario de educación de Obama) es de tres años y para fuera, explica.

Ese modelo es uno en el cual se contrata a jóvenes capacitados rápidamente mediante programas como Teach for America, con la idea de que sólo trabajarán pocos años antes de ser abogados u tener otra profesión.

Eso es una catástrofe. Ser maestro es la única profesión en Estados Unidos donde tener experiencia y antigüedad es considerado un déficit. También es la única profesión donde 50 por ciento de nuestros egresados de escuelas de pedagogía deja de enseñar después de cinco años. Si eso ocurriera en las escuelas de leyes y de medicina, tendríamos una emergencia nacional.

Las reformas en el sector minan además una educación humana y democrática, afirma en entrevista con La Jornada.

Ayers, distinguido profesor de la Universidad de Illinois en Chicago (recién jubilado), fundador de organizaciones de reforma escolar y vicepresidente de la división de estudios curriculares de la Asociación Estadunidense de Investigación Educacional, ha escrito libros y numerosos artículos sobre el tema y su relación con la democracia y la justicia social (publicados en revistas de educación de Harvard y Columbia, en el New York Times y en revistas progresistas).

El experto ofrece un diagnóstico sobre el gran debate en torno a las reformas del sector que se han promovido durante la última década en Estados Unidos. Relata que líderes políticos y empresariales han ganado esta discusión porque lograron definir los términos.

Cuando encuadras un tema de la manera que deseas, obtienes la respuesta que buscas. Cada vez que un político toma el micrófono y dice que necesitamos sacar a los maestros perezosos e incompetentes de las aulas, todos estarán de acuerdo. Pero si llego al micrófono primero y digo que todo estudiante de escuela pública merece tener un profesor pensante, intelectualmente desarrollado, moralmente apto, apasionado, bien descansado y remunerado, todos estarán de acuerdo también, expresó.

El problema, en este contexto, es que los poderosos, los Walton de Walmart, la Fundación de Bill Gates, tienen el micrófono, y han logrado encuadrar el tema como de incompetencia de los profesores.

Al evaluar el impacto de eso, Ayers señala: en lugar de apoyar a los maestros otorgándoles no sólo recursos físicos, sino también clases más reducidas, reformistas como Gates argumentan que los sindicatos del magisterio son el gran obstáculo para el progreso en las escuelas. ¿Adónde van con ese argumento? Esos reformistas tipo Gates desean, primero, destruir la voz colectiva de los profesores; segundo, imponer la administración privada de un recurso público, y tercero, definir el aprendizaje como una calificación en un examen estandarizado.

Abunda: en torno al asunto sindical, buenas condiciones de trabajo son buenas condiciones para la enseñanza, y buenas condiciones para la enseñanza son buenas condiciones para el aprendizaje.

Por lo anterior, afirma, en una reforma del sistema escolar los maestros tienen que participar. No son los únicos con buenas ideas, pero son centrales en cualquier solución.

Ayers rechaza los términos del debate actual, en el cual se repite que sólo hay dos opciones, algo que de manera reiterada se ve en los grandes medios, “donde por un lado unos defienden los cosas como están y otros desean luchar contra los sindicatos y privatizar las escuelas. Eso es falso, nadie cree que sea aceptable cómo están las cosas en un lugar como Chicago. La pregunta es: ¿qué hacer?, y ¿cuáles deberían de ser las nuevas normas?

“Propongo una norma muy simple: que lo que la gente más privilegiada y más sabia desea para sus propios hijos, eso debería de ser la norma para los hijos de todos.

“Todos esos llamados ‘reformadores’ envían a sus hijos a escuelas que son muy diferentes a las que proponen para los hijos de otras personas. Nunca hay que confiar en un reformador que promueve para los hijos de otros lo que nunca permitiría para los suyos.”

Señala que cuando Barack Obama y su esposa vivían en Chicago enviaron a sus hijas a la misma escuela de los hijos de Ayers: la famosa Chicago Laboratory School, donde las clases tenían un cupo máximo de 15 estudiantes, con profesores no sólo respetados, sino sindicalizados y bien remunerados, con aulas con abundante material didáctico.

Si es suficientemente bueno para las hijas de Obama y para los míos, ¿por qué no es esa la norma para los niños en el lado oeste (el más pobre) de Chicago? Ahí tenemos clases con hasta 40 estudiantes en segundo grado de primaria. Es atroz.

Se le pidió su opinión sobre todos los datos y documentos elaborados por expertos que citan los reformadores empresariales y los políticos para promover sus iniciativas. Respondió: nada de eso está basado en investigaciones. De hecho, las propuestas están basadas en la fe, no en hechos.


La reforma educativa sólo se podrá sostener si la respaldamos: SNTE


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/17/politica/002n1pol

Periódico La Jornada
Lunes 17 de diciembre de 2012, p. 2
Arturo Cano

El examen estandarizado podría provocar una ola de descontento, advierten dirigentes.

En el sindicato apuestan a los acuerdos pactados entre Elba Esther Gordillo y Enrique Peña.

Por falta de recursos, torpeza en la gestión gubernamental y burocratismo, hay en el país 40 mil directores de escuelas sin nombramiento oficial. En el mismo caso están unos 16 mil supervisores. Una probable consecuencia de la reforma educativa en curso –todavía hay mucho que andar en el terreno legislativo y luego mucho más a ras de suelo– es que sus inexistentes plazas serán lanzadas a concurso. Así, una maestra que ha sido directora durante 10 años podría enterarse, de un día a otro, que su lugar fue ganado por un recién egresado de la Universidad Pedagógica Nacional.

Un examen estandarizado podría provocar ese resultado y, con él, una ola de descontento. Entonces, dice un dirigente magisterial, “la bronca no va a ser con Elba Esther Gordillo ni con el sindicato; va a ser con los maestros… Se te incendia el país”.

Tras una de las semanas más turbulentas que se recuerden para el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y su máxima lideresa, en su entorno se sigue viendo el escenario con mucha frialdad: no hay en el proyecto de reforma educativa nada a lo que el gremio pudiera oponerse: El SNTE va a respaldar, en la realidad pero va a ser muy difícil construir la reforma de las aulas.

Ese proceso de construcción tendrá un momento importante a media semana, cuando se reúna el consejo nacional del sindicato en medio del debate sobre los cambios, pero comenzó –pese a las formas y al ruido mediático que ha acompañado la iniciativa– desde la campaña electoral, cuando Fernando González Sánchez, ex subsecretario de Educación Básica y yerno de la profesora Gordillo, mantuvo un fluido puente con el equipo del ahora presidente Enrique Peña Nieto, pese a la ruptura de la alianza entre el PRI y el Partido Nueva Alianza.

Pasadas las elecciones, la relación se mantuvo en excelentes términos, aunque las necesidades mediáticas del nuevo gobierno parezcan indicar otra cosa. González Sánchez buscó, sin éxito, la Secretaría de Educación Pública, y en ese andar entregó al ahora jefe de la oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño, muchos de los insumos para redactar el capítulo educativo del Pacto por México y la iniciativa de reforma.

En la frialdad del elbismo no hay nada nuevo. Una y otra vez, desde 1989, la profesora Gordillo ha usado el argumento de su control del explosivo sector magisterial para evitar que toquen sus intereses.

De las primeras 13 decisiones de Enrique Peña Nieto, anunciadas en el discurso del primero de diciembre en Palacio Nacional, la más aplaudida fue la de que deje de haber plazas vitalicias y hereditarias en el sistema educativo nacional.

La vitalicia asintió. Los opinócratas celebraron la realización de su tesis de meses: que Peña Nieto abriría con un quinazo, a la manera de Carlos Salinas, ahora contra la lideresa magisterial.

Un día después, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, leyó: La creciente influencia de poderes fácticos, frecuentemente, reta la vida institucional del país y se constituye en un obstáculo para el cumplimiento de las funciones del Estado mexicano.

Pero sólo unas horas después, el mismo Osorio y otros voceros del gobierno le bajaron la espuma al licuado que ellos mismos batieron. El pacto no tiene un destinatario específico, dijo Osorio. La reforma será con el sindicato de maestros, completó el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet.

Elba Esther Gordillo pasó de ser La Quina de Peña Nieto a una política profesional que no come lumbre.

En el entorno elbista respiraron tranquilos con el ajuste en la comunicación, en el que vieron una corrección muy significativa y comenzaron a sacar cuentas.

El cuadro lo completó una reunión entre el presidente Peña y la profesora Gordillo.

Fue una buena reunión, dice un dirigente del SNTE.

–¿Qué tan buena?

–Pues la posición que fijamos el martes 11 de diciembre indica que a la maestra le fue muy bien.

Ese día, efectivamente, el secretario ejecutivo del SNTE, Juan Díaz de la Torre, ofreció el respaldo completo del gremio a la reforma peñista, aunque mandó también otros mensajes: uno, dirigido a los adversarios del SNTE, que emblematiza la agrupación Mexicanos Primero y, otro, al gobierno y sus aliados en las cúpulas del PRD y el PAN.

Un integrante del cuarto de guerra gordillista lo explica así: el posicionamiento leído por Juan Díaz de la Torre debe leerse en estos términos: la alianza del sindicato es con el Estado, y la relación laboral es con la SEP.

O, dicho de otro modo, la profesora Gordillo trata con Peña, en su calidad de jefe de Estado, y Díaz de la Torre se hace cargo de la relación con el secretario Chuayffet.

Propuestas y traiciones

En el entorno gordillista se botaban de la risa cuando, al conocerse el nombramiento de un nuevo director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), se anunciaba: pierde Elba Esther otra posición.

¿El Issste?, se pregunta un miembro del círculo elbista. El Issste lo tuvimos hasta la reforma del sistema de pensiones, que sacamos con todos sus costos, y lo perdimos después de eso, con la traición de (Miguel Ángel) Yunes.

Debe ponerse atención a la fórmula con todos sus costos, porque es la misma medicina que el grupo dirigente del SNTE pretende usar en los próximos meses y años para capotear la reforma de la educación.

Ya pasaron una prueba parecida con la calderonista Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), que fue muy difícil de conducir y aterrizar, puesto que provocó movilizaciones no sólo en las secciones donde la Coordinadora tiene presencia, sino también en otras con fuerte presencia institucional, como Puebla, Veracruz, Morelos y Nuevo León.

Las negociaciones y los conflictos que rodearon la reforma del sistema pensionario y la ACE serán los referentes del nuevo episodio. En lo que toca a la reforma en curso, no les falta razón a los elbistas cuando dicen que el SNTE había hecho varias de las propuestas en la reforma que se presenta como novedad.

En el caso del Servicio Profesional Docente, por ejemplo, la iniciativa en el Congreso plantea que el ingreso al servicio docente y la promoción a cargos con funciones de dirección o de supervisión en la educación básica y media superior que imparta el Estado, se llevarán a cabo mediante concursos de oposición que garanticen la idoneidad de los conocimientos y capacidades que correspondan.

Sólo en este rubro, según el recuento sindical, el gremio ha aportado bastante: la firma del Compromiso Social por la Calidad de la Educación (2002), que estableció un laxo fomento de medidas para que todos los docentes y directivos concursaran sus plazas; la firma de la ACE en 2008, que fijó, entre otras cosas, el compromiso de diseñar un sistema nacional de evaluación; la ACE incluía también acuerdos para que todas las nuevas plazas y las vacantes definitivas, así como los cargos con funciones directivas, se sometieran a concursos públicos de oposición que fuesen dictaminados de manera independiente; en 2011, el gobierno federal y el SNTE firmaron el Acuerdo de Evaluación Universal de Docentes y Directivos en Servicio de Educación Básica, así como lineamientos del programa de carrera magisterial, que establecieron que la mitad del puntaje corresponderá a los resultados de la prueba Enlace.

En la semana que comienza, la reforma entra en una etapa crucial en el Congreso. El SNTE vigilará a los legisladores desde la reunión de su cúpula, donde es seguro que pese a la línea que se esboza en el cuarto de guerra elbista: Hay que decirlo con frialdad: el hecho duro es que independientemente de los recursos, que todavía hay que ver de dónde saldrán, una reforma no se hace si no se logra una coalición que la sostenga. Si no hay coordinación con la representación gremial, no hay manera de que se sostenga una reforma.


Reforma educativa: fracaso anunciado


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/18/opinion/019a2pol

La Jornada
Luis Hernández Navarro

La reforma educativa presentada por Enrique Peña Nieto al Congreso de la Unión ha sido calificada como el “quinazo del siglo XXI” y como la panacea de los males pedagógicos del país. Con ella –se dice– se erosionará el poder de Elba Esther Gordillo en la enseñanza y mejorará la calidad del sistema de educación público.

Nada de eso es cierto. Ni existe un conflicto de fondo entre la profesora Gordillo y el Presidente de la República, ni los cambios legales que se proponen solucionarán los problemas de la enseñanza. Ni el poder de la lideresa vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) está en entredicho, ni la reforma es la medicina para curar los males pedagógicos del país.

Para que quede claro que no hay pleito, Elba Esther mandó a decir, por boca de Juan Díaz de la Torre, el secretario general del SNTE, que respalda la iniciativa de reforma educativa del Presidente, porque seguiremos siendo un aliado del Estado mexicano. Más claro, ni el lodo.

Que no hay ruptura entre ellos lo muestran, también, las posiciones que dentro del nuevo gabinete cosechó la lideresa vitalicia: Emilio Zebadúa, su candidato a gobernador en Chiapas hace seis años y Presidente de la Fundación SNTE, fue designado oficial mayor de Sedeso. José Reyes Baeza, ex gobernador de Chihuahua, fue nombrado director del Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

A quienes hablan de quinazo les haría bien asomarse un poco a la historia. Desde que, en 1989, Elba Esther fue elegida por Carlos Salinas como dirigente nacional del sindicato de maestros, ella no ha tenido empacho alguno para sumarse a todas las reformas educativas y de los sistemas de seguridad social, promovidas por los gobiernos en turno, sin importarle si afectaban derechos laborales o si no servían para mejorar la enseñanza. Nunca les ha puesto reparos. Su única condición para apoyarlas ha sido mantenerse como la única interlocutora entre los profesores del sistema de educación pública y el gobierno, lo quieran o no los docentes a los que dice representar. A ella no le interesa la educación, le importa su poder. La reforma de Peña Nieto no es la excepción.

Las distintas reformas educativas aplicadas a lo largo de las pasadas cinco décadas no han afectado para nada la fuerza de los líderes sindicales corruptos dentro del ámbito institucional. Así sucedió en 1983 con la tan pretenciosa como fallida revolución educativa de Jesús Reyes Heroles, con la que se buscó aplicar racional eutanasia a lo que está incurablemente enfermo, y así pasó con la Alianza por la Calidad Educativa (ACE) de Felipe Calderón.

Durante años, la descentralización educativa fue una obsesión del Olimpo pedagógico nacional, a la que no fue ajena la presión de los organismos financieros internacionales. El diagnóstico oficial asoció un sistema centralizado de instrucción pública con el bajo nivel educativo y con injerencia ilegítima de la burocracia sindical en los asuntos de la enseñanza. De acuerdo con la tecnocracia, bastaba transferir facultades, funciones y recursos a los estados para que la calidad de la educación mejorara y los líderes sindicales perdieran su poder. Cuando en 1992 se firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, se anunció el inevitable declive de Elba Esther y el mejoramiento de la enseñanza pública. Nada. En su lugar, se echó a caminar una descentralización centralizadora que trasladó a los estados los problemas educativos sin darles las herramientas para resolverlos, y se acrecentaron los privilegios de la lideresa vitalicia.

Lo mismo sucederá con la reforma de Peña Nieto. Aunque se dice que es una iniciativa contra el poder fáctico de Elba Esther, en los hechos es promovida por otros poderes fácticos no regulados como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la asociación empresarial Mexicanos Primero, auspiciada por Televisa y por Organización Ramírez. Sin confesarlo abiertamente, la reforma busca promover la calidad de la educación a partir de la introducción de mecanismos de mercado disfrazados de evaluación en la gestión escolar.

No hay en la reforma muchas novedades. No mejorará la calidad de la enseñanza. El diagnóstico que hace es erróneo e insuficiente, y las medicinas que propone son equivocadas y peligrosas. No sólo excluye a los maestros en su ejecución, sino que los considera el problema central. Su propuesta no es novedosa. A lo sumo profundiza los lineamientos centrales de la ACE, mismos que han resultado un reverendo fracaso. Si acaso, lo que ahora pretende hacer en nombre de la creación de un servicio profesional del magisterio es dar un paso más en la afectación de derechos laborales de los docentes, como el de la estabilidad en el empleo. Es más de lo mismo, pero peor.

La reforma no afectará significativamente el poder de Elba Esther. Su fuerza no proviene solamente del hecho de que directores e inspectores sean personal sindicalizado, ni de que controle la admisión al sistema educativo de una parte de los nuevos maestros. Eso es sólo una pequeña parte de su andamiaje. Los concursos de oposición para los profesores de nuevo ingreso no han disminuido en nada su influencia. Al contrario. Sus fieles se las han arreglado para seguir controlando el ingreso en contubernio con las autoridades educativas.

El poder de Gordillo es una compleja telaraña de intereses gremiales, profesionales, políticos y económicos, cuyo corazón es el monopolio de la representación gremial y el apoyo que el gobierno federal le brinda para mantenerlo. Esta red está diseñada para resistir una gran tensión estructural. Arrancar uno de sus hilos no la destruye.

La reforma de Peña no romperá esa telaraña. El gobierno necesita a Elba Esther como aliada, y ella depende de este pacto para sobrevivir. Podrán presionarse mutuamente, pero no prescindir uno del otro. El fracaso de la iniciativa está anunciado.


La "reforma" educativa


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/18/opinion/018a1pol

La jornada
José Blanco

uno de los mayores clamores de la sociedad mexicana se ha dado respuesta con la que se llama, con exceso mayor, la reforma educativa. El totalmente desmembrado sistema de educación superior mexicano es algo muchas veces mayor que el blanco al que ahora se ha apuntado.

No es casual que en los mejores sistemas educativos del mundo haya un nivel inicial muy variado en contenidos y duración, de educación prescolar. En Finlandia comienza prácticamente desde el nacimiento. Un nivel primario de seis o siete años de duración; un nivel secundario que comprende lo que aquí llamamos escuela secundaria y el bachillerato (ambos, una unidad). Y un nivel terciario que comprende una muy grande variedad de instituciones posbachillerato, entre las que destaca la educación universitaria.

De modo que aquí estamos apuntando a un trozo menor del sistema. Nada se ha dicho sobre el bachillerato, complejo, desorganizado y con cientos de programas distintos. Todo surgido de decisiones desarticuladas del sector público, de los particulares y de algunas universidades. Trabajar por dar coherencia a este nivel mediante claros criterios académicos, a pesar de los diversos regímenes de control existentes, es de urgencia e importancia difícil de exagerar. De inicio es imprescindible este trabajo para poder dar solidez y mejor destino al nivel universitario y demás instituciones posbachillerato. La autonomía de las universidades que gozan de esta irremplazable garantía no implica que el Estado deba desentenderse de ellas. Este nivel también demanda una reforma de gran aliento; son ellas quienes un día habrán de procesarla, pero requieren hacerlo de consuno con la sociedad civil y el Estado, pues las universidades pertenecen no a los universitarios, sino a la sociedad toda.

Si se ha puesto a un secretario para romperle políticamente el espinazo a la dirección sindical, deberemos aplaudir a rabiar cuando ese objetivo (si existe tal objetivo) se cumpla, porque no se trata simplemente de un sindicato, sino de una camarilla empoderada y enriquecida hasta la demencia. Un gigantesco poder fáctico incrustado hasta los huesos en el Estado, como muchos otros poderes fácticos, irresponsablemente creados e impulsados por los propios poderes políticos.

Por supuesto, las autoridades no pueden llevar a cabo una reforma de la educación primaria y secundaria sin el concurso de los profesores. Pero los profesores no son el sindicato. Éste sirve, cuando sirva, para defender su interés laboral, no para entrometerse en los asuntos relativos al contenido y la gestión académicos de ese nivel educativo.

Prácticamente han sido aprobadas las reformas al artículo tercero y al 73 de la Constitución. Se ha empezado a expresar la voluntad del poder público de quebrar el avieso poder del SNTE. Veremos si ese indispensable paso político es realizado. Más allá de esa operación necesarísima, se establecerá el Servicio Profesional Docente, de prescolar a la educación media. Se instituye así un camino que incluye el ingreso y la promoción a puestos de dirección y supervisión mediante concursos y evaluaciones. Si así el mérito académico comienza honradamente a ser el leitmotiv de la carrera académica, suplirá a la barbarie de las relaciones patrimonialistas de los manejos jonguitudistas ayer, mil veces superados por los manejos de Gordillo, hoy. También se dotará de autonomía constitucional al INEE. Esta institución tendrá pleno sentido cuando haya reforma de veras.

Se han hecho, en principio, reparaciones aceptables a un continente abollado por todas partes, pero se han quedado dentro los mismos contenidos: lo esencial: el modelo educativo y los contenidos de la enseñanza, para los niños; y el modelo educativo y el contenido de la enseñanza, para la formación de los profesores. Nada más.

Veamos esta imagen, que se repite todos los días en cada salón de clase de las casi 100 mil escuelas de nivel primario que hay en la República. El profesor llega a su salón de clase, y echa su rollo; en tanto los alumnos procuran apresar en sus cuadernos lo que el profesor quiere oír o leer en cada examen que les aplique, con el propósito de obtener una nota aprobatoria. Esta imagen no refleja un hecho educativo. Pero esto es lo que hace una mayoría significativa de los profesores. Siempre hay excepciones.

La escuela debe ensanchar sin tregua la curiosidad, la imaginación, el gusto por inquirir, por saber y por saber hacer, de los niños; debe sembrar en ellos los valores de la dignidad, de la verdad, de la honestidad, de la libertad…; y debe hacer todo ello haciendo a los niños felices. ¿Cómo, entonces, debemos formar a los profesores?; ¿cuál ambiente propicia objetivos como los señalados?, ¿cómo se hace de la educación un juego?

La literatura educativa sobre cómo se hace todo eso es abundante. La práctica de una educación, como la aquí apenas esbozada, existe en diversos países. Finlandia se lleva la palma. Y quien crea que Corea alcanza los primeros lugares a escala mundial con el método según el cual la letra con sangre entra, se equivoca de medio a medio.

El Grupo Pearson elabora The learning curve (nos ocuparemos de ese método de evaluación en este espacio), que es una prueba aplicada a 40 países. Lugar 1 Finlandia, lugar 2 Corea, lugar 17 Estados Unidos, lugar 38 México.

Se precisan recursos suficientes para una buena educación, pero el enfoque cultural tiene aún más importancia que los recursos invertidos.

Algunas cosas faltan a la reforma educativa.


Necesario, el fin de concesiones al SNTE para reformar la educación


http://www.jornada.unam.mx/2012/12/03/politica/009n1pol?partner=rss

Periódico La Jornada
Karina Avilés
Lunes 3 de diciembre de 2012, p. 9

En el mensaje de Peña no hay proyecto para el sector: especialistas.

Concedo al secretario del ramo el beneficio de la duda: Olac Fuentes.

Mientras el ex subsecretario de Educación Básica y Normal, Olac Fuentes Molinar, vio como signo positivo que el nuevo gobierno se comprometa a asumir su responsabilidad en la conducción de la enseñanza, el investigador emérito Ángel Díaz Barriga y el especialista Hugo Casanova coincidieron en que los puntos enunciados hasta ahora por el mandatario no hacen una reforma y, en cambio, sí responden de una manera simplona e irreflexiva a la agenda promovida por las fundaciones adjuntas a los medios televisivos.

Entrevistados por separado luego que el Ejecutivo esbozó algunas de las temáticas de la reforma educativa que emprenderá, entre ellas reformar el artículo tercero constitucional y la Ley General de Educación para establecer reglas claras en el servicio profesional de carrera docente, el especialista del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ángel Díaz Barriga, expresó que es claro que se trata de un presidente que no tiene proyecto para la educación.

Si el presidente busca una reforma real en el sector, lo primero que se debe hacer es modificar los reglamentos y los acuerdos que dan al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) concesiones en materia educativa. Sólo así veríamos que el nombramiento de Emilio Chuayffet al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene sentido.

Luego que la organización Mexicanos Primero, que preside Claudio X. González Guajardo, quien también es cofundador de la Fundación Televisa, ha defendido como sinónimo de la buena educación contar con un padrón de maestros y poner la evaluación como el eje de toda política en el ramo, el experto destacó que, así como Peña Nieto asumió los intereses de dicha organización al retomar, por ejemplo, el tema del censo de docentes, ojalá también asuma la recomendación del visitador de Naciones Unidas en cuanto a concluir con la relación atípica entre la SEP y el SNTE.

Por su parte, el también investigador del IISUE Hugo Casanova consideró que Enrique Peña Nieto ha lanzado hasta el momento una serie de mensajes de intencionalidad política que, antes de convertirse en programas de gobierno, deberán ser validados por amplios sectores sociales.

Consideró que el nombramiento de Chuayffet es un claro mensaje de que la educación seguirá siendo tratada como un campo más de la disputa política, y hasta ahora no se perciben señales de mejora en los temas sustantivos.

Los anuncios que se han hecho en el tema no se diferencian de lo que hizo el panismo, y mientras no se abunde en los mecanismos de la pretendida reforma, no habrá nada que discutir, añadió. Sin embargo, señaló, más que al gobierno en turno, es preciso conceder el beneficio de la duda a la sociedad. ¿Sabremos demandar a los responsables de la conducción de la educación nacional su mayor compromiso?.

Olac Fuentes Molinar destacó que uno de los problemas de los últimos seis años, a partir de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) –pactada entre Elba Esther Gordillo y Felipe Calderón–, fue la renuncia programática y operativa del Estado hacia el grupo dirigente del SNTE, por lo que existe un consenso muy amplio en cuanto a la recuperación de la autoridad real y de la normalización operativa del sistema educativo.

Coincidió es que se deben modificar los acuerdos con el SNTE que le permiten tener injerencia en los proyectos del sistema, pero no basta con ello. También se requiere de un compromiso de las autoridades de los estados –al ser otro de los actores claves en la administración de la enseñanza– para cumplir con la normatividad de la ley general y con los términos formales de los acuerdos de descentralización.

En relación con el nuevo titular de la SEP indicó: “No espero que sea un experto… Lo que espero es que sea una persona con buen juicio, con la solidez cultural, intelectual, para no embarcarse en ocurrencias ni aceptarlas, pues, si revisamos la historia reciente del sistema, ha habido excepcionales secretarios, como Vasconcelos y Narciso Bassols, que no tenían una experiencia educativa importante”. Por lo pronto, dio al nuevo gobierno el beneficio de la duda en el tema educativo.


Juventud sin caminos


http://www.proceso.com.mx/?p=326361

PROCESO
DIEGO ENRIQUE OSORNO
28 DE NOVIEMBRE DE 2012

Relegados socialmente, los jóvenes del país viven una de las peores etapas para su generación en la historia nacional: sus oportunidades son mínimas en los ámbitos educativo, político, laboral y de salud, además de que son carne de cañón para el crimen organizado y atractiva clientela para los surtidores de droga. Ante esta realidad que viven quienes suelen ser designados con el banal lugar común de “futuro de la sociedad”, el fotógrafo y diseñador León Muñoz Santini recorrió distintas zonas del país para retratar las condiciones en que viven alrededor de 3 mil jóvenes. Con este material y el apoyo de Conaculta realizó el libro Horizontales y verticales. Adolescentes de México, de próxima aparición y en el que mediante fotografías y entrevistas se reflejan las preocupaciones, realidades e ideales de los muchachos. Con autorización del sello editorial Alas y Raíces se presenta aquí el texto escrito por el reportero Diego Enrique Osorno como introducción a la obra.

MÉXICO, D.F. (Proceso).- El mundo de un adolescente mexicano de hoy es un mundo brusco. En especial cuando se mira desde San Fernando, Tamaulipas, Ciudad Juárez, Chihuahua, o La Huacana, Michoacán, donde la muerte va ganando el juego de la vida. Algunos chicos de estos lugares aparecen retratados aquí con rostros de risa y vértigo. Mientras hacemos el viaje al que nos lanza León Muñoz, los vamos conociendo. Viven en sitios donde no solamente hay un mundo alimentando de horror la cotidianidad. Si se les mira con el corazón, en sus ojos veremos cómo se trasluce una brusquedad que es todavía más dramática que la realidad gore de su entorno. Estos mexicanos del mañana transcurren su adolescencia en sociedades en las que las libertades civiles, en lugar de fortalecerse, retroceden desde hace unos años. Si los alumnos del Colegio Madrid estudian entre noticias de que en su ciudad, el Distrito Federal, ahora hay más derechos para minorías como la homosexual o para que las mujeres puedan abortar, en San Fernando, Tamaulipas, los muchachos ni siquiera tienen derecho de leer en los periódicos locales amenazados, la noticia mundial de que el día anterior fueron hallados 72 migrantes masacrados en un galpón de su pueblo. A la agonía de la libertad de prensa en sitios como en San Fernando, se suma la de la libertad de tránsito, la de la libertad empresarial y varias más, incluida hasta la de un sueño manso. Esta desproporción entre el Distrito Federal y muchas otras ciudades y pueblos del país no es nueva. Pero está más marcada que nunca a causa de los años de violencia enloquecida con los que acabó la primera década del siglo XXI.

En algún momento del libro un chico dice: “El que no usa Facebook, no vive”. Eso es cierto y quizá ya no resulte tan llamativo a estas alturas de la pandemia facebokera. Casi cualquiera que pueda comprar un plato de comida a diario, tiene la posibilidad de acceder hasta la médula de ese entramado de ilusiones ópticas que, sin embargo, cada vez produce más de nuestras realidades objetivas. Lo que llama la atención es que cuando alguien dice “El que no usa Facebook, no vive” y es de Ciudad Juárez –donde la palabra vida es desafiada a diario por la palabra muerte– podemos ponernos a reflexionar, quizá hasta a apreciar, lo que significa la realidad virtual de Facebook en espacios en los que las calles, muy seguido, son zonas de guerra, o sea, zonas de destrucción y dolor.

–¿Cómo describirías el mundo que te rodea? –pregunta León a otro chico de Ciudad Juárez.

–Casi no salgo –le responde.

Otra forma de encarar el reto de la realidad es volver a los lemas populares que nos han dado patria y extraer de ahí un poco de actitud de combate. Uno de los muchachos retratados de Tijuana dice en el libro: “Yo tengo una frase: Aquí en México tienes que chingar y rechingarte para ser alguien, viendo para arriba, porque viendo para abajo tienes que chingarte a alguien”.

Sin embargo, hay que tener cautela. La descripción del ánimo que había al momento en el que fueron hechos los retratos de este libro, quizá pueda ser otra construcción subjetiva de quienes estamos enfrascados a diario en tratar de captar y generalizar “la realidad”. Lo pienso después de leer la respuesta que le da a León un muchacho de San Fernando, Tamaulipas.

–¿Cómo describirías el mundo que te rodea?

–Gracias a Dios a mí me va bien.

¿Estamos seguros de que no hay entre los adolescentes retratados en este libro, alguno que volverá a aparecer después ante nuestros ojos, pero ahora en la calle de enfrente cargando un cuerno de chivo en los brazos?, o bien, ¿en la televisión, con el rostro parco que suelen tener los detenidos cuando son presentados públicamente por la policía? No podemos estar seguros de ello. El futuro en México es muy tramposo con sus esperanzas.

Quizá lo más lamentable de la situación que padecen muchas ciudades y pueblos de donde son los chicos retratados en este libro, no es que las autoridades hayan sido rebasadas por su propia incompetencia, sino que todavía no puedan explicar de forma convincente a las sociedades que gobiernan lo que está causando, en el fondo, esta violencia actual. Cuando una persona padece una enfermedad, el momento más difícil es aquél en el cual no se sabe qué es lo que causa tan grave malestar. Y mientras se espera a que le den un diagnóstico, la zozobra se vuelve insoportable e incluso se convierte en otra enfermedad en sí misma. Eso pasa con ciertos lugares de México. Hay muchos síntomas y dolores pero aún no se determina cuál es la enfermedad padecida.

En Los muchachos perdidos (Debate, 2011), Humberto Padgett hace el esfuerzo de dar un diagnóstico sobre dicha enfermedad, desde la perspectiva de las juventudes atrapadas por el mundo de la criminalidad. Padgett informa que más de la mitad de los adolescentes criminales del Distrito Federal crecieron en hogares con un alto grado de marginación, mientras que seis de cada 10 lo hicieron con la presencia exclusiva de la madre, cuya formación educativa suele ser mínima. “Abandonan la escuela durante la secundaria. Buena parte de ellos vivieron en casas con un solo cuarto. Muchos conocieron la violencia desde muy pequeños, con sus padres”, dice en el libro Raquel Olvera, directora de Tratamiento a Menores en la Ciudad de México.

Papás y mamás de los mexicanos del mañana también son retratados en este viaje fotográfico por nuestro país adolescente. No miramos sus rostros maduros de forma directa, pero aparecen gracias a otra virtuosa forma con la que León ha hecho este trabajo que también es un intento de diagnóstico de nuestra enfermedad. León, además de la mirada, emplea su oído para, entre foto y foto, escuchar con atención a sus más de 3 mil muchachos retratados y colocar luego, a lo largo de este libro, una interesante selección de las respuestas que le dieron. Cuando les pregunta acerca de la ocupación de sus padres, en Monterrey como en ningún otro de los lugares recorridos por León y su cámara, el mosaico de respuestas de los muchachos es tan diverso y a la vez peculiar. En la antes llamada Sultana del Norte, tenemos a un hijo cuyo papá es Presidente de la banca patrimonial de Banamex, mientras que su mamá es ama de casa; a otro cuyo papá falleció y cuya mamá vende comida. De entre ese listado sólo hay dos madres que repiten “oficio”. La del chico que responde que la suya no hace nada porque su papá murió y ella heredó una fábrica gasera, y la del hijo del vicepresidente de un equipo de fútbol, quien explica que su mamá –literalmente– no hace nada.

Hace tiempo conocí en Colombia a Gustavo Bolívar, escritor de la telenovela Sin tetas no hay paraíso, cuya trama gira sobre adolescentes de ciertos barrios de Medellín poco interesadas en estudiar y desesperadas por ver crecer sus senos para conseguirse un novio narco. “Una niña –me explicó Bolívar– prefiere salirse del colegio a conquistar el mundo y ganar dinero en las fincas de los narcotraficantes porque considera que el estudio no sirve para nada, eso mismo pasó con los sicarios. Es decir, tengo dos opciones: estudiar 15 años para que el Estado me dé un sueldo de miseria por ser un médico; o me enriquezco matando a otra persona por 10 mil dólares. Esa es una de las herencias que ha dejado el narcotráfico.”

A Alonso Salazar también lo conocí en aquel viaje. En ese momento era alcalde de Medellín, pero una década atrás, en los noventa, durante los años de Pablo Escobar, Alonso había hecho una notable investigación de los chicos de los barrios marginales que se dedicaban al sicariato. No nacimos pa’ semilla, el libro resultado de su investigación, pertenece a una saga que Fernando Vallejo llevó a su máxima expresión con la novela La Virgen de los Sicarios. En No nacimos pa’ semilla, Alonso dice que “los sicarios suicidas, si así se les puede llamar, no son un producto exótico. Son el resultado de una realidad social y cultural que se ha desarrollado frente a los ojos impávidos del país”. De acuerdo con el escritor y político, los muchachos encontraban en la violencia y el narcotráfico una posibilidad de realizar sus anhelos y de ser protagonistas en una sociedad que les había cerrado las puertas. “El sicario pone en evidencia nuestra sociedad: ‘Para conseguir el billete se hace lo que sea’. Ellos son sólo la llaga, la manifestación externa de una enfermedad que recorre todo el cuerpo social”.

Cuando lo conocí y hablamos en su despacho de la alcaldía con vista a las bellas montañas de Medellín, le pregunté sobre qué había hecho él, ahora como gobernante, para abrir a esos muchachos las famosas puertas cerradas. Me habló, entre otras cosas, de un exitoso programa de televisión oficial llamado Arriba mi barrio, a través del cual visitaron zonas bastante inaccesibles debido a la violencia de ese tiempo. Al llegar, la gente les pedía que no se hablara de sus problemas, sino de sus orgullos, de sus calidades. Para ello ponían la calle más bonita para que el programa se transmitiera desde ahí y presentaban a los adolescentes trabajadores e interesados en el deporte o el arte. Estaban invocando que su dignidad y no sus desgracias fueran lo que conociera el resto de la ciudad, la cual imaginaba a los habitantes de estos “territorios del crimen” como auténticos monstruos. El resto de la ciudad los vio en directo y comenzó a entender la humanidad que había ahí. Medellín se conoció más. Supo cuál era su enfermedad y ahora es una ciudad que cambió los altos índices de violencia por los de la esperanza.

Este admirable esfuerzo de León Muñoz representa algo parecido en medio de nuestra barbarie. Gracias a él podemos ver a muchachos mexicanos en una situación digna, aunque sepamos que su entorno está impregnado por una brusca vileza. Horizontales y verticales puede verse de muchas formas, por supuesto, pero por lo ambicioso del proyecto (los chicos retratados van desde Mérida hasta Los Cabos) y la calidad con la que se concreta, es posible decir que este libro permite que los mexicanos del mañana se conozcan. Que se miren y los miremos a los ojos. Que tratemos de descifrar sus sonrisas. Que los conozcamos y, por ende, que también nos conozcamos a nosotros mismos para iniciar de una vez el camino hacia el alivio.

No todo está perdido. Hay un mañana. Y hay unos mexicanos que se aproximan a él. Por aquí podemos asomarnos a verlos. Esos héroes nuestros ya vienen y parecen decirnos: Libraremos las trampas que nos ponga el futuro mexicano. Después de tanta muerte, la vida va a ganar.


Sin sanitarios, 7 de cada 100 alumnos de primaria; en prescolar 1 de cada 4, sin agua


http://www.jornada.unam.mx/2012/11/26/sociedad/039n1soc

La Jornada
Karina Avilés
Lunes 26 de noviembre de 2012, p. 39

Presenta el INEE Educación en México: estado actual y consideraciones sobre su evaluación.

Niños del área rural e indígena reciben los servicios educativos de menor calidad Uno de cada cuatro alumnos de prescolar carece de agua y uno de cada seis no tiene luz; en primaria, siete por ciento de los planteles está en la oscuridad, siete de cada 100 no tienen sanitarios, dos por ciento no cuentan con salones y a una quinta parte le falta el agua. De cada 100 telesecundarias, 26 no cuentan con el vital líquido, ocho no tienen baños, cinco carecen de energía y cuatro no disponen de aulas. Y en bachillerato, 50 por ciento de los directores sostienen que en sus planteles no hay suficientes computadoras, aulas, equipo de laboratorios y ni siquiera libros.

En el reporte Educación en México: estado actual y consideraciones sobre su evaluación, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) precisa lo anterior y advierte que las condiciones que el sistema educativo ofrece para la enseñanza y el aprendizaje son marcadamente desiguales, siempre en demérito de las poblaciones socioeconómicamente más vulnerables. Enfatiza, asimismo, que los alumnos más vulnerables del país, en particular los niños del área rural e indígenas, reciben los servicios educativos de menor calidad: maestros con poca experiencia, quienes deben atender de manera simultánea a alumnos de distintos grados en escuelas con infraestructura y equipamiento insuficientes.

El INEE señala que en prescolar la carencia de servicios se concentra en zonas rurales y se agrava en prescolares indígenas y comunitarios. Estos últimos representan 33 por ciento de las más de 90 mil escuelas de ese nivel.

La enseñanza primaria, integrada por casi 15 millones de alumnos y alrededor de 100 mil escuelas, evidencia, al igual que los otros subsistemas, la desigualdad y las brechas educativas: mientras 56 por ciento de las primarias generales cuenta con al menos una computadora, sólo uno de cada 100 planteles comunitarios tiene al menos un equipo.

En el país, 57 por ciento de las primarias que disponen de al menos una computadora tiene conexión a Internet. Pero para las primarias indígenas la cifra se reduce a 30 por ciento y a 8 por ciento para las comunitarias. Por entidades, las diferencias son amplias: en tanto que en Sonora y en Distrito Federal, 87 por ciento de esos planteles tienen una computadora, en Chiapas y Guerrero apenas dos de cada 10 escuelas cuentan con ese recurso.

En secundaria existen más de 36 mil 500 escuelas en las que estudian cerca de 6.2 millones de adolescentes. Aunque del total de planteles la mitad corresponden a telesecundaria (18 mil 250), en una de cada cinco uno o dos maestros atienden a los alumnos de los tres grados y al mismo tiempo la dirección de la escuela. Todas las secundarias comunitarias son unitarias.

También aquí sobresalen las desigualdades: mientras 84 por ciento de las secundarias generales y técnicas cuentan con al menos un equipo de cómputo, para telesecundarias la cifra cae a 68 por ciento y para las comunitarias desciende hasta 16 por ciento.

La educación media superior se integra por más de 15 mil planteles que atienden a 4.3 millones de jóvenes. Cincuenta y ocho por ciento de las escuelas se concentra en zonas urbanas y buena parte de la oferta en las grandes ciudades depende del sostenimiento privado. No obstante, las escuelas del gobierno federal participan marginalmente en la atención de las poblaciones rurales.


El nuevo gobierno debe parar la era de la evaluación, coinciden especialistas


http://www.jornada.unam.mx/2012/11/05/sociedad/042n1soc

Periódico La Jornada
Karina Avilés
Lunes 5 de noviembre de 2012, p. 42

La prueba de la SEP, inútil para detectar conocimientos y competencias: Olac Fuentes.

Sería un acto de prudencia reconsiderar esta estrategia, e incluso regresar a lo que funcionó.

El gobierno de Enrique Peña Nieto debe hacer un alto en el camino en la aplicación de lo que se ha denominado la era de la evaluación impuesta en los dos recientes sexenios del PAN, pues se trata de una política que no sólo ha traído malos resultados, sino que ha generado costos más grandes que los supuestos beneficios y, sobre todo, la imposibilidad de implementar estrategias que sí sirvan para saber lo que ocurre en la escuela, coincidieron en señalar expertos el tema.

En este contexto, los especialistas advirtieron que la evaluación universal –que tuvo un costo de 30 millones de pesos, de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP)– es inútil para el objetivo que fue creada, esto es, para detectar las áreas del conocimiento en las que los maestros no están bien formados y, en función de ello, darles capacitación.

En entrevistas por separado, el ex subsecretario de Educación Básica y Normal Olac Fuentes Molinar, destacó que mientras existe un movimiento internacional en torno a la necesidad de revisar los efectos que ha traído consigo la política evaluativa en los sistemas de enseñanza, en nuestro país se sigue aplicando a pie juntillas.

Sin embargo, enfatizó, sería un acto de prudencia y de responsabilidad del nuevo gobierno reconsiderar esta estrategia, innovar e incluso regresar a aquellas cosas que funcionaban mejor. Cuesta mucho menos hacer esto que lanzarse con la continuidad o con nuevas improvisaciones. Y lo mismo pasa con la acción de introducir a lo loco computadoras en las aulas, puesto que la investigación educativa ha evidenciado efectos muy poco positivos.

El experto en políticas educativas destacó que evaluar el desempeño profesional a partir de un examen de opción múltiple como la evaluación universal, es partir de un error y de una simplificación absurda.

Luego de estudiar a detalle el contenido de dicha prueba, expresó que una parte considerable, de alrededor de 50 por ciento, pide respuestas textuales a partir de una serie de opciones derivadas del plan 2011 y del acuerdo 592 –que establece la articulación de la educación básica–, lo que implicaba aprenderse de memoria este documento como si fuera la fuente de la verdad.

Una de las preguntas fue la siguiente: Seleccione los componentes curriculares que corresponden al programa de español y las respuestas son: 1) temas de reflexión 2) ejes, temas y contenidos 3) bloques con tres ámbitos 4) bloques con tres ejes de enseñanza”.

Lo anterior, dijo, no dice nada respecto de si un maestro trabaja bien en español; en cambio, lo que implica es acordarse de memoria de un referente confuso, difícil de manejar y con distribución muy reciente, pues el plan 2011 tenía muy escasa difusión al momento de la aplicación del examen, el 24 de junio y el 6 de julio pasados. De manera que la evaluación universal es una prueba extraordinariamente inútil para detectar conocimientos y competencias fundamentales.

Urge dar un cambio de timón

La especialista del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México, Catalina Inclán, coincidió en afirmar que es urgente que la siguiente administración realice un cambio de timón y se dé el tiempo para hacer una propuesta integral que reconozca las particularidades de las entidades y los problemas locales: Reconsiderar la era de la evaluación es lo más pertinente que puede hacer quien se siente a dirigir el sistema educativo, subrayó. Es una vergüenza que cuando existe toda una discusión sobre lo delicado que es evaluar a la docencia se simplifique y remita la evaluación sólo a exámenes, añadió.

No obstante, dicha política ha servido para “poner a los maestros como carne de cañón y decir: ‘miren, la culpa es de los individuos, no del sistema’, cuando el problema tiene que ver con las malas decisiones que se tomaron desde la SEP. A esta administración ya le gustó la exhibición pública, mientras no sea la de ella”, aseveró.

La experta indicó que si lo que se quiere es mostrar que los docentes requieren apoyo en muchos de los contenidos, es muy fácil hacerlo, porque con las pruebas existentes ya se sabe qué es lo que se necesita. Por ello, no tiene caso continuar con evaluaciones que, además de generar costos más altos que sus beneficios, tienen un resultado bastante predecible.

Y mientras hay experiencias latinoamericanas que advierten de la necesidad de implementar otras formas de evaluación pensadas en el trabajo docente, aquí, lo único que se ha hecho desde hace dos sexenios es limitar la posibilidad de incorporar otros criterios para valorar lo que sucede en el sistema, señaló.

Para la profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Claudia Santizo, la evaluación universal no toma en cuenta las especificidades de cada docente, por ello cuestionó cuánto tiempo tardará el sistema para implementar medidas que realmente pongan remedio a las deficiencias.

Por otro lado, destacó que antes que gastar en estas pruebas, existe una lista de necesidades en las escuelas, por lo que la nueva administración tendría que replantearse las prioridades del gasto. Por ejemplo, dijo, hay planteles que con los escasos recursos que tienen apenas logran juntar para comprar cursos que no están avalados por su calidad, pero que al ser parte de esta política se ven obligados a seguir.


Hereda gobierno saliente 600 mil desertores y 2 millones de jóvenes sin bachillerato


http://www.jornada.unam.mx/2012/10/31/sociedad/039n1soc

Periódico La Jornada
Karina Avilés
Miércoles 31 de octubre de 2012, p. 39

Programa Construye T sólo se aplica en mil 815 escuelas, acusa representante del PNUD.

México no está aprovechando la oportunidad del bono demográfico, señala informe El gobierno saliente heredará a la administración de Enrique Peña Nieto más de 2 millones de jóvenes que están fuera del bachillerato y tienen la edad para cursar estos estudios, así como 600 mil alumnos que desertan anualmente de este nivel educativo, admitió el subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Ángel Martínez Espinosa.

Por su parte, las agencias de Naciones Unidas en México advirtieron que algunos estudios han señalado que nuestro país no está aprovechando en términos económicos y de bienestar social la oportunidad del bono demográfico, es decir, de contar con el mayor número de jóvenes en su historia. Y, frente a este escenario, uno de los principales retos de la educación media superior es el alto índice de deserción.

En el contexto de la presentación del informe del programa Construye T 2010-2011, que implementa la Secretaría de Educación Pública en colaboración con dichas instancias y organizaciones sociales, la representante residente adjunta del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), María del Carmen Sacasa Ventura, pidió al gobierno entrante la continuación de este proyecto, que, dijo, ha coadyuvado a abatir el abandono escolar de los jóvenes preparatorianos. Sin embargo, hoy día Construye T sólo se aplica en mil 815 escuelas de un total de 9 mil bachilleratos en el país.

En la sede del PNUD, Miguel Ángel Martínez rechazó que exista un fracaso de las políticas públicas frente a los recientes resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones, que reflejan un aumento en el consumo de alcohol entre la población juvenil.

Consideró que el incremento en la ingesta de bebidas alcohólicas y el tabaquismo en los jóvenes obedece, entre otros factores, al desempleo, al cambio tan drástico en las dinámicas familiares: matrimonios jóvenes donde padre y madre trabajan y la familia extendida tampoco está al pendiente de los hijos, por lo que muchos jóvenes crecieron propiamente en la calle, como ha ocurrido en Ciudad Juárez. Otras causas son la creciente incorporación de mujeres a la vida laboral y las dificultades que imponen metrópolis como ésta en cuestiones de traslado.

El subsecretario apuntó que esta gestión cerrará con una deserción de 14.5 por ciento, esto es, apenas 2.2 puntos menos en comparación con la que se tenía al inicio del gobierno de Felipe Calderón. Los estudiantes abandonan la escuela por factores económicos; académicos, esto es, de bajo rendimiento escolar; embarazos y matrimonios a temprana edad, y por circunstancias familiares y la dinámica de su entorno.

En el epílogo del informe del programa Construye T 2010-2011 en el que colaboraron, además del PNUD, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, las agencias hacen énfasis en los altos índices de deserción y las causas del fracaso escolar.

El anexo financiero del documento, el cual reporta la relación de fondos transferidos a l42 organizaciones sociales participantes en el ciclo 2010-2011, destaca que se canalizaron 780 mil 304 pesos a una persona de nombre Susana Moreno y no hubo organización –señala el informe– para implementar este proyecto en 52 escuelas del estado de México.

Al respecto, Cristina Martín, del PNUD, justificó que la organización se retiró a mitad del periodo escolar, pero se decidió que esta persona (Susana Moreno), quien es una facilitadora, una coordinadora estatal’, concluyera el trabajo de Construye T bajo la supervisión del programa de Naciones Unidas, con respecto al manejo de los recursos públicos a los que tuvo acceso.


La ciencia requiere más estudiantes y un cambio de actitud: Pablo Rudomín


http://www.jornada.unam.mx/2012/10/31/ciencias/a03n2cie

La Jornada
Miércoles 31 de octubre de 2012, p. 3

La inversión en el sector tendrá que ser gradual, señala el neurofisiólogo

Pablo Rudomín, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), consideró que la importancia del documento Hacia una agenda en ciencia, tecnología e innovación, radica en que ayudó a los miembros de la comunidad científica a tener una idea más objetiva de los problemas que vive el país. También opinó que la inversión en estos sectores debe ser gradual hasta llegar al uno por ciento del producto interno bruto (PIB) e ir acompañada de cambios estructurales para que los recursos puedan ser utilizados de manera eficiente.

El documento contiene unas propuestas más realistas que otras, y nuestras necesidades como país son inmensas. Creo que no debemos ver lo que se dice, sino lo que se puede hacer, señaló en entrevista el científico galardonado en 1979 con el Premio Nacional de Ciencias y Artes.

En opinión del neurofisiólogo preparar más científicos no se logra de un día para otro, pues antes se necesita tener estudiantes y un cambio de actitud hacia la ciencia y tecnología. Se requiere de un esfuerzo concertado. No basta decir: ya llegó la varita mágica y ahora vamos a tener ciencia de primer mundo. Tenemos muy buenos científicos de forma individual, pero como comunidad todavía tenemos mucho por hacer.

Sobre la creación de una secretaría de ciencia y tecnología, menciona que algunos piensan que es lo más positivo, pero otros consideran que hay países –como Estados Unidos– que funcionan sin esa modalidad. En ellos cada agencia tiene sus propios programas, y esta opción puede ser otra salida. Como siempre, el Poder Ejecutivo tiene la responsabilidad de decidir, y ciertamente lo acertado de sus decisiones dependerá mucho de la gente de la que se rodeé.

Consideró muy esperanzador que Francisco Bolívar Zapata, también ex presidente de la AMC, haya sido elegido para coordinar la sección de ciencia y tecnología en el equipo de transición del presidente electo Enrique Peña Nieto.

Es una persona muy sólida, muy positiva y comprometida con la academia, con el desarrollo de la ciencia. Me siento muy optimista con su presencia en el grupo. No sé qué tanto pueda. A mí me tocó vivir esa etapa durante la administración del presidente Ernesto Zedillo, cuando fui coordinador del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia, la experiencia fue que uno propone, pero las decisiones las toma el primer mandatario, dijo.

Respecto de la agenda nacional dijo que es un intento muy interesante, porque agrupa a los principales actores de los ámbitos académico, económico e industrial, con el propósito de presentar una visión integrada de toda la problemática.

El investigador, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias en 1987, participó con el tema La ciencia como un valor humano. Una de mis tesis consiste en plantear la necesidad del conocimiento. Conocer y entender el mundo que nos rodea es lo que nos ha hecho humanos. Poder anticipar reacciones, de tal manera que nos permitan sobrevivir. Esto lo digo en un sentido darwiniano, apunta.

Sobrevivir como sociedad depende del conocimiento que tengamos acerca de nosotros mismos y del medio ambiente. Por tanto, el derecho a saber, a conocer, debe ser asumido como una garantía individual. Así como el derecho a la libertad, el derecho al conocimiento debe estar en la Constitución.

Sobre el incremento a uno por ciento del PIB a la inversión en ciencia y tecnología, que se propone en el documento elaborado por más de 60 instituciones y organismos educativos, de investigación y empresariales de país, Rudomín recordó que ese porcentaje ya lo determinan las leyes de educación y ciencia y hasta ahora no se ha cumplido.

Cuando fui presidente de la AMC (1981-1983) también se planteó la necesidad de invertir más en ciencia y tecnología. No decimos nada nuevo; expresamos una necesidad, y cada presidente de la academia lo ha señalado; en cada reunión se ha repetido lo mismo. ¿Qué es lo importante?, pues que haya una conciencia social de la necesidad de desarrollar la ciencia, la tecnología y la innovación, y también la educación. Esto va a depender mucho de qué tanta importancia dé el gobierno entrante a estas actividades, señaló el también Premio Nacional de Ciencias y Artes y miembro de El Colegio Nacional.


Pedagogía (A)Pedagógica y los maestros del siglo XXI


Eduardo Andere M.
Analista y escritor en temas de educación comparada, política educativa y políticas públicas.
http://eduardoandere.org.mx/

Educación 2001
http://educacion2001.blogspot.mx/

No importa el método o la teoría pedagógica, no importa el enfoque o la técnica de instrucción, lo que importa es el maestro. Claro, importan más los padres de familia y la interacción con los adultos, pero dentro de los factores asociados al éxito o fracaso educativo, el maestro es primero y luego el director, ya que son lo que más importan.

En escuelas como Steiner, Montessori, Piaget, Freinet, Gardner o Goleman, lo que importa en realidad es la actitud, el conocimiento y el profesionalismo del docente.

En el siglo XXI ser buen docente no es suficiente, es preciso ser excelso. En mis recorridos por escuelas de alto desempeño alrededor del mundo, que suman más de 200, he encontrado todo tipo de enfoques. Escuelas con pedagogía progresista versus pedagogía tradicional; por competencias versus contenidos; estrictas contra relajadas; con liderazgos asertivos por un lado, distributivos o cooperativos por otro; con muchos alumnos y con pocos alumnos por clase; de un solo género o mixtas; con uniformes y sin uniformes; con instalaciones y equipos maravillosos y sin ellos; con libros de texto y sin ellos; con pruebas tipo enlace y sin ellas (la mayoría no las tiene); con pocos maestros y con muchos maestros; académicas o inclusivas; para talentos o alternativas.

En mi libro El Poder de Pisa, publicado en su versión en español en 2010, describo a guisa de cuadro combinaciones posibles detectadas en mi proyecto de investigación, “¿cómo es la mejor educación en el mundo?”. Y he llegado a la conclusión de que la esencia no es la forma, la esencia es lo que sucede en el “espacio o interacción o contacto” que el docente logra con cada uno de los alumnos y el grupo en general. No importa el tamaño o el enfoque, importa la capacidad de liderazgo del maestro para entender y adaptarse, para motivar y encauzar. Pero cada alumno, es como el agua, y toma la forma del contenedor, y cada contenedor debe ser distinto. Ahí radica la genialidad del maestro: en detectar qué tipo de cauce necesita cada alumno, según el contexto y la situación. Y como las huellas digitales, cada uno será distinto.

El maestro debe estar preparado y presto para desarrollar el potencial de cada alumno, no sólo en la dimensión cognitiva, sino en la no cognitiva. Por ejemplo, la perseverancia es una virtud de las llamadas emocionales o no cognitivas; el maestro debe saber qué hacer si ese es el caso. El esfuerzo es otra habilidad importantísima para casi todo en la vida, y es de las llamadas emocionales también.

El maestro debe saber cómo despertar la motivación intrínseca. La reflexión y la administración de la cognición, es una habilidad meta cognitiva, y requiere que el maestro sepa detonar en el alumno la motivación intrínseca que es el principal instrumento del esfuerzo permanente. En fin, el maestro también, de acuerdo con la edad y características de cada niño, debe acompañar el desarrollo de su función ejecutiva —para aprender a tomar buenas decisiones y desplegar buenas acciones—, sin adelantarla pero sin sustituirla. Si, como dice Gardner, los adultos tomamos todo el tiempo las decisiones de los pequeños y jóvenes en realidad lo que hacemos es sustituir una parte del cerebro, o lo que él denomina, prótesis del lóbulo frontal.

No sé si el maestro mexicano es eficiente, bueno (calidad y moral) o no; yo he visto de todo; pero me ha tocado en trevistar y observar a excelentes docentes, realmente con una gran fuerza interna y que funcionan a pesar del sistema. Aun así, no puedo generalizar. Pero cada maestro Y con respecto a esto elaboro mi arenga y columna de hoy.

Los maestros del siglo xxi no son instructores, no están todo el tiempo frente a un grupo y no son sumisos; son educólogos, multifuncionales y profesionales.

Los maestros actuales deben desplegarse en cuatro áreas:

Orienta y enseña: es instructor, pero también mentor y facilitador. Orienta el proceso de aprendizaje, a veces con constructivismo, a veces con dirección y dicción. Sabe muy bien sobre su materia y sabe enseñar.

Analiza y planea: es investigador, sabe manejar e integrar información y crea bases de datos para entender y planear el curso de acción. Trabaja en equipo y participa en comunidades profesionales de aprendizaje con colegas, expertos y directivos.

Reflexiona y evalúa: con la información recopilada y ordenada, con metodología consistente. Repasa su práctica con las mejores prácticas y participa en procesos de evaluación y autoevaluación, tanto de maestros como de alumnos. Retroalimenta y es retroalimentado, entra en un círculo de constante innovación y mejora. La escuela es un excelente lugar para desplegar creatividad.

Aprende: sabe que el estudio, el esfuerzo y la dedicación constante son lo que hacen al maestro un profesional. La escuela no es un lugar donde unos enseñan y otros aprenden, es un espacio para el aprendizaje de todos. Para ello, el maestro le dedica tiempo a su propia actualización, con motivación intrínseca, como un médico cirujano que aprende una técnica nueva o que utiliza nuevos y más eficientes instrumentos. Pero no todo depende del maestro, aunque sí la mayor parte. La escuela y el sistema, deben estar orientados no sólo hacia los estudiantes, sino también hacia los docentes. El maestro necesita tiempo para realizar las cuatro funciones. Su trabajo no se limita a estar frente a grupo en jornadas de 20 o 40 horas. Ser maestro no es sólo dar clases.

Ser maestro es participar en un fabuloso y fascinante proceso de mutuo aprendizaje. Como cualquier empleado o funcionario de una gran empresa, a veces se trabaja solo, otras en equipo, algunas se aprende, a veces se enseña, otras se colabora con el trabajo de todos, a veces crea y en ocasiones implementa, a veces lidera y a veces sigue. Ser maestro en el siglo xxi es convertir la actividad docente en un proyecto de vida, es ser activo, versátil, impregnado de conocimiento y habilidades no cognitivas.

Las cuatro funciones requieren al mismo tiempo una preparación sólida, quizá mucho más sólida que la que se ha diseñado desde años en los planes y programas de estudio de la formación inicial del magisterio. Se requiere una formación integral, en aprendizaje, con pedagogía, psicología, metodología de pensamiento científico y filosofía. Se precisa también revisar a profundidad el concepto de calidad medido sólo por pruebas estandarizadas por un significado mucho más amplio. En este rubro, aunque parezca mentira, la cobertura, sobre todo si responde a motivación intrínseca, es también calidad. Pero se requiere, ante todo, tener vocación, es decir, querer de todo corazón ser maestro.

Junio 2012 25


Inicia hoy análisis de la Anuies sobre presupuestos a la educación superior


http://www.jornada.unam.mx/2012/10/29/sociedad/039n2soc

La Jornada
Laura Poy Solano
Lunes 29 de octubre de 2012, p. 39

La 43 asamblea reúne a rectores en la Universidad de Sonora

Hermosillo, Son., 28 de octubre. Rectores y representantes de universidades públicas de todo el país se reunirán este lunes para iniciar la discusión en torno a sus demandas presupuestales para 2013, y fijar un nivel mínimo de financiamiento para el sector.

En el encuentro, que tendrá por sede la Universidad de Sonora, se analizará de nueva cuenta la iniciativa para establecer presupuestos plurianuales en la inversión pública en educación superior y consolidar un frente común en las negociaciones ante la comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.

En la 43 sesión ordinaria de la asamblea general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) –que agrupa también a casas de estudio particulares, las cuales acudirán para presentar, entre otros temas, sus propuestas en materia de acreditación y certificación– se prevé que las universidades públicas presenten un balance de sus necesidades presupuestales en materia de cobertura, infraestructura, reconocimiento de plantilla, capacitación y seguridad.

Yoloxóchitl Bustamante Díez, directora general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), destacó que en la reunión propondrán que en materia presupuestal el gobierno federal tome en cuenta una serie de indicadores mediantes los cuales se puede medir el tamaño de la institución: si creció, cómo atiende a sus estudiantes, si ofrece becas y cuáles son sus resultados académicos.

Destacó que la pobreza es un factor que impacta las tareas fundamentales que realizan las instituciones públicas de educación superior, pues una de las razones de nuestra existencia es atender a jóvenes que no tienen recursos para cubrir una educación privada. Encontramos alumnos que llegan con enormes carencias socioculturales, las cuales se manifiestan, inclusive, en deficientes niveles de alimentación y vivienda.

Por ello, insistió, debemos realizar nuestra labor en las mejores condiciones posibles. De ahí que el IPN proponga que en 2013 se nos dé una mejor asignación presupuestal, que incluya un incremento de al menos 20 por ciento en los recursos que se destinen a esta casa de estudios.

Como rectores, explicó, sabemos que hay dificultades en la recaudación y no siempre se puede conseguir lo que uno busca, pero tenemos la justificación y el sustento para la demanda que estamos planteado.

En la 43 asamblea general de Anuies, cuya inauguración será encabezada por el gobernador de la entidad, Guillermo Padrés Elias, también se realizará la entrega del Premio Anuies a la trayectoria profesional, al desarrollo y fortalecimiento institucional, así como a las mejores tesis de maestría y doctorado sobre educación superior, además de que se aprobarán nuevas reglas para el ingreso y permanencia en el interior de la asociación.


Pocos maestros de escuelas privadas fueron evaluados por la SEP


http://www.jornada.unam.mx/2012/10/29/sociedad/039n1soc

Periódico La Jornada
Karina Avilés
Lunes 29 de octubre de 2012, p. 39

En 10 entidades se examinaron menos de 50 profesores de ese sector

De 264 mil 379 educadores que presentaron la prueba apenas 16 mil 730 procedían de colegios privados En Chiapas fueron tres los profesores examinados, y en Colima, ocho

Pese a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) tenía programado que 42 mil 667 docentes de colegios privados resolvieran la evaluación universal, hay una decena de entidades donde se presentaron menos de 50 profesores a contestar la prueba.

Así, del total de los 264 mil 379 maestros que presentaron la primera evaluación universal, apenas 16 mil 730, esto es, 6.3 por ciento, proceden de colegios privados, mientras 247 mil 649, 93.7 por ciento, pertenece a escuelas públicas.

De acuerdo con la información estadística contenida en la página web de dicho examen, hay estados de la República donde sólo unos cuantos docentes de escuelas de paga realizaron esta evaluación. Por ejemplo, en el estado de Chiapas sólo tres profesores de centros de sostenimiento privado resolvieron el cuestionario; en Colima la cifra fue de ocho; en Guerrero el número llegó a 12 docentes, y en Aguascalientes a 14. En Baja California Sur fueron 20; en Sonora 34 y en Zacatecas 47.

De dicho total, 8 mil 452 mentores fueron ubicados en la prioridad uno, esto es, requieren regresar a la escuela para su atención inmediata con la finalidad de tomar los cursos de formación correspondiente en el ciclo escolar vigente. Los restantes 8 mil 278 fueron clasificados en la prioridad dos, es decir, necesitan atención a corto plazo, por lo que tendrán que recibir capacitación a partir de este ciclo y hasta 2015.

En términos globales y con base en los dos tipos de régimen, tanto público como privado, las entidades donde se presentó mayor número de maestros a la evaluación, respecto del total programado, fueron Tamaulipas con 12 mil 747 (70 por ciento), San Luis Potosí con 12 mil 669 (70.1 por ciento), Guanajuato con 16 mil 320 (67.6 por ciento) y el Distrito Federal con 12 mil 958 (54.1 por ciento).

Veracruz registró una participación de 43.3 por ciento, con 17 mil 121 docentes que realizaron la prueba, mientras en Baja California Sur, con un porcentaje de evaluados de 75 por ciento, mil 342 contestaron el cuestionario.

De los 264 mil 379 docentes evaluados el pasado 24 de junio y 6 de julio, 195 mil 286 mentores de escuelas públicas cuentan con carrera magisterial (73.87 por ciento) y 52 mil 363 (19.81 por ciento) no tienen ese programa de estímulos, que les puede llegar a representar hasta 150 por ciento adicional a su salario. Los de escuelas de paga no participan en carrera magisterial.

A partir de esta semana, de acuerdo con la SEP, comenzarán a estar disponibles los cursos de formación para estos docentes, mismos que ofrecerán 300 instituciones educativas.

La dependencia informó que se impartirán más de mil programas académicos como parte de este programa, que pretende, dijo, generar diagnósticos con fines exclusivamente formativos para mejorar el logro educativo de los alumnos y el desempeño profesional de los docentes.