Descendió inversión presupuestal en educación de niños indígenas


http://www.jornada.unam.mx/2012/01/25/sociedad/041n1soc

Más de 50% de los 22 mil 800 planteles no cuentan con acceso a energía eléctrica: DGEI

Durante el sexenio de Calderón "no han variado" matrícula, presupuesto, plazas y número de escuelas para la enseñanza dirigida a los niños de los pueblos originarios:

Moreno Garza Karina Avilés

Periódico La Jornada Miércoles 25 de enero de 2012, p. 41

Durante todo el sexenio de Felipe Calderón la matrícula, el presupuesto, las plazas y el número de escuelas para la enseñanza dirigida a los niños de los pueblos originarios "no han variado". De hecho, sostuvo la titular de la Dirección General de Educación Indígena (DGEI), Rosalinda Moreno Garza, de los 22 mil 800 planteles destinados a este sector, más de 50 por ciento no tiene las condiciones mínimas de acceso a energía eléctrica, agua, equipamiento y conectividad. De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la inversión presupuestal para la atención de los niños indígenas que viven en regiones con el índice de desarrollo humano más bajo, en realidad descendió de 312 millones 199 mil 245 pesos en 2011 a 212 millones 140 mil 291 pesos en este año, es decir, más de 100 millones de pesos menos, lo que significa una caída de 32 por ciento. En entrevista, la funcionaria aseguró que hay una "omisión en términos de a quién corresponde dedicar toda su energía, fuerza y sus recursos a construir escuelas indígenas", que son las que tienen las "peores condiciones" de todo el sistema educativo. La DGEI o las entidades, subrayó, deberían contar con un fondo exclusivo para escuelas de los pueblos indios. Si existieran dichos recursos y si hubiese la "voluntad política", muy pronto se terminaría de atender la infraestructura destinada a ellos. Por el contrario, las poblaciones que más recursos ponen, tanto para la infraestructura como para el funcionamiento de su plantel, son precisamente las comunidades indígenas y rurales. Esto, admitió, "es totalmente inequitativo". A lo largo de esta administración, la matrícula se ha mantenido entre un millón 200 mil y un millón 300 mil alumnos, las plazas para profesores indígenas no han crecido significativamente, dijo. Hay años, apuntó, en los que se han otorgado 300 sitios y, en otros, mil, pero esto último es en el mejor de los casos. El número de docentes apenas llega a 58 mil profesores para atender 22 mil 800 escuelas. Lo que significa que cada centro no tiene más allá de dos educadores. Sin embargo, argumentó, lo anterior no se traduce en que los niños indígenas no acudan a otro tipo de escuelas, ya sea generales o a cursos comunitarios. En el conjunto del sistema, "encontramos niños indígenas en cualquier cantidad de escuelas. Como registro oficial llegan a ser más de 900 mil escolares en educación básica" identificados como parte de la infancia indígena, agregó. No obstante las carencias, el programa para atender a los niños de familias jornaleras agrícolas migrantes (Pronim) aumentó su cobertura al pasar de 16 mil alumnos, en 2008, a 75 mil en 2011. Según las cifras del Consejo Nacional de Población y de la Secretaría de Desarrollo Social hay cerca de 400 mil niños migrantes, por lo que la atención que se da con este programa es de cerca de 20 por ciento. Destacó que en la Evaluación Nacional de Logro Académico (Enlace), los niños indígenas han tenido un despunte progresivo ya que de registrarse prácticamente cero por ciento de ellos en los niveles bueno y excelente, ahora 21 por ciento ha logrado colocarse entre los mejores alumnos.


Los maestros, los gerentes y los medios


http://www.jornada.unam.mx/2012/01/26/opinion/022a1pol

Manuel Pérez Rocha

Hace unos días, de nuevo decenas de miles de maestros de educación básica, pertenecientes a la CNTE, se manifestaron por la democratización del SNTE, por la defensa de la educación pública y un mayor presupuesto para sus centros de trabajo, y se pronunciaron en contra de la "evaluación universal", las nuevas reglas de "carrera magisterial" y la pérdida de los derechos laborales consecuencia de estas políticas. La mayor parte de la prensa, la radio y la televisión destacaron en sus noticiarios los problemas viales ocasionados por dichas manifestaciones y el daño ocasionado a los estudiantes por la pérdida de un día de clases; es inútil buscar en ellos referencias serias sobre las demandas de los maestros, mucho menos un análisis de los problemas que plantean. Eluden así abordar cuestiones de una enorme trascendencia para la educación nacional y para los propios educandos. Con frecuencia, esos mismos medios se suman a la generalizada condena a la corrupción, autoritarismo y perversiones políticas de la dirección del SNTE, pero cuando los maestros se organizan y luchan contra estas lacras sólo reciben desaprobación. La demanda de más recursos para la educación es de primera importancia. A pesar de que los gobernantes se ufanan desde hace décadas de la alta proporción del gasto público destinado a la educación, los recursos siguen siendo insuficientes. En esa manifestación de los maestros muchos de ellos dieron testimonio de las lamentables condiciones en que se encuentran las escuelas. Esta aparente contradicción obedece, como todos sabemos, a que el Estado mexicano está en la inopia por su incapacidad y falta de voluntad para recabar de los plutócratas de este país los impuestos necesarios para sufragar las tareas públicas esenciales. Por supuesto es un asunto que los medios de comunicación, propiedad de esos plutócratas, no abordan. Con razón y oportunidad, los maestros se pronunciaron por la defensa de la educación pública pues, como hemos visto en estas semanas, el gobierno federal abiertamente se ha pronunciado por dar toda clase de apoyos a la educación privada, a la cual, además, no se le somete a la supervisión que manda la ley y se solapan sin recato los fraudes educativos y pésima "calidad" abundantes en ese sector. La oposición de los maestros a la llamada "evaluación universal" y las nuevas reglas de "carrera magisterial" tampoco se analizan ni valoran. Este es un asunto de mucho fondo y es falta de ética de parte de los medios dominados por intereses comerciales presentarlo como un rechazo indecoroso de los maestros a "ser evaluados". Los maestros de la CNTE no rechazan la evaluación, ni rechazan mejorar la calidad de la educación, se oponen a ser tratados como empleados de segunda y perder legítimos derechos laborales. Con plena razón, los maestros pugnan por condiciones que les permitan desarrollarse como profesionales de la educación. Pero este es un concepto distante de las entendederas de los actuales funcionarios de la SEP, quienes están a años luz de distancia de los educadores, pensadores y filósofos que alguna vez impulsaron y condujeron la educación pública mexicana. Hoy la educación mexicana está dirigida verticalmente por gerentes que ven a los maestros como "recursos humanos"; para estos directivos, lo central es que a los maestros se les reclute, capacite, evalúe y remunere con prácticas empresariales "modernas". Véase el siguiente documento oficial, base de la "carrera magisterial", en la página de Internet de la SEP: “Política y objetivos de calidad de la Coordinación Nacional de Carrera Magisterial. Política de calidad: consolidar el Programa Nacional de Carrera Magisterial satisfaciendo los requerimientos de nuestros usuarios, a través de la mejora permanente de los procesos que aseguren una distribución del recurso presupuestal para incorporaciones y promociones basada en criterios de equidad y calidad, además de fortalecer la transparencia y objetividad en las actividades para validar la dictaminación. Objetivos de calidad: • Asegurar que a (sic) validación de docentes dictaminados se realice con base en la norma y el recurso presupuestal asignado, así como en los tiempos establecidos. • Incrementar gradualmente los criterios de calidad respecto a los de equidad en la elaboración del Modelo de Distribución de Recursos. • Mejorar el nivel de atención de las necesidades de nuestros usuarios”. Este documento seguramente fue "producido" (no puede decirse que escrito) por los "ejecutivos" de la educación nacional en cuyo lenguaje se exhibe impúdica su incultura educativa y pedagógica. En esos galimatías tecnocráticos se sustenta la exigente mejora de la calidad de la educación: ¿los maestros son "nuestros usuarios"? ¿O se refieren a los estudiantes? ¿La "validación de los docentes" debe tener como base "el recurso presupuestal asignado"? ¿Qué entienden por "calidad" y "equidad"? ¿Cómo es que están en contraposición? ¿Sacrifican una por otra? La "Coordinación Nacional de Carrera Magisterial", dependencia de la SEP, también ha publicado su "visión" y "misión", etiquetas huecas copiadas de la gerencia empresarial contemporánea. No hay espacio para exhibir las barbaridades que en ese documento se dicen al respecto. Por supuesto, como lo hace hoy cualquier changarro "modernizado", también han definido sus "valores" en tres renglones, en los cuales se hace evidente su ignorancia total del significado de este concepto. Por respeto a sí mismos, como profesionales de la educación, los maestros no pueden aceptar estos engendros que con el pretexto de mejorar la "calidad" atropellan sus derechos. No puede esperarse que los medios de comunicación dominados por intereses económicos y políticos proyecten una imagen justa de la lucha que están dando los maestros de la CNTE y propicien un análisis de los problemas que plantean. Es obligación de quienes están comprometidos con la defensa de la educación pública impulsar el estudio serio de esos problemas y contrarrestar la propaganda difamatoria.


Persiguen en Carichí a tarahumaras por enseñar español a niños indígenas


http://www.jornada.unam.mx/2012/01/24/politica/002n1pol

Cesáreo y Marisela no reciben pago por alfabetizar

Rarámuris denuncian la falta de un programa educativo oficial

Arturo García Hernández Martes 24 de enero de 2012, p. 2

Baquiachi, Chihuahua, 23 de enero. Enseñar a leer y escribir no es un delito, pero Cesáreo Reyes Nevárez, indígena rarámuri de Bacusiachi, ranchería de la sierra Tarahumara, está amenazado con cárcel por dar clases sin ser maestro. Cesáreo no tuvo oportunidad de ir a la escuela. Ya era grande (11, 12 años) cuando aprendió a hablar, leer y escribir en español, de manera autodidacta. Tiempo después, consciente de los beneficios que le trajo dominar ambas lenguas y ante la falta de maestros, aceptó alfabetizar a los niños de su comunidad. “Yo aprendí batallando –recuerda–; había personas que hablaban el español y me iban diciendo cómo. Luego, en la comunidad me dijeron: ‘Oye, Cesáreo, tú sabes leer y escribir, enséñales a los niños’, y yo acepté.” La charla con Cesáreo Reyes se lleva a cabo en la comunidad de Baquiachi, momentos antes de una asamblea en la que los habitantes tomarán decisiones acerca de unas tierras invadidas por ganaderos mestizos. Cesáreo expresa su indignación y asombro ante una situación de la cual responsabiliza directamente al presidente municipal de Carichí, Ignacio Varela. En días pasados la policía municipal se presentó en su comunidad para advertirle que no puede ser maestro y le dejaron dicho que lo van a detener porque está fuera de la ley. No lo detuvieron porque no se encontraba, había ido a Chihuahua. Marisela, esposa de Cesáreo, estudió hasta segundo grado de primaria y también enseña a los niños a leer y escribir. También ella fue nombrada por la comunidad para hacerlo. La policía los tiene amenazados. Los acusa de enseñar a los niños a leer y escribir en español sin ser maestros.Foto Jesús Villaseca Siguiendo usos y costumbres, los pobladores dieron esa tarea a Cesáreo Reyes y su mujer, por la cual no reciben ningún pago: “la comunidad nos puso; si el presidente municipal quiere que dejemos de dar clases –dice el entrevistado–, que venga aquí y hable con ellos”. Aprender español es indispensable ante la situación de acoso y explotación que viven los rarámuris: Luego vienen fuereños que se aprovechan de la gente porque no sabe y les dicen esto o lo otro y los engañan. Las habitantes de Bacusiachi llevaban varios meses solicitando al municipio un aula y un maestro. Ante la falta de respuesta, acudieron a Bowerasa, fundación de apoyo a las comunidades indígenas, que dirige Ignacio Becerra, activista pro derechos humanos y sacerdote de Carichí. Bowerasa financió la construcción de un aula, en la que trabajan Cesáreo y Marisela. Sostiene Becerra: No se trata sólo de leer y escribir, sino que tener un maestro indígena ayuda para que los niños no pierdan sus costumbres y tradiciones en el proceso de aprender español. También es cuestión de equidad en la educación: Si el niño va a una escuela donde no se habla en rarámuri, va a tener mayor grado de dificultad para aprender, entonces ahí ya no hay equidad.


¿Evaluar a los docentes para mejorar la educación?


Pedro Hernández Morales

http://www.jornada.unam.mx/2012/01/24/opinion/024a1pol

partir de este ciclo escolar, la SEP pretende someter a los docentes y directivos de educación básica de todo el país a una evaluación universal. El marco es la renovación de la Alianza por la Calidad Educativa entre Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo, quienes refrendaron su complicidad política con las modificaciones a la Ley General de Educación (enero 2011), la Reforma a los lineamientos de carrera magisterial (mayo 2011), la firma del Acuerdo para la evaluación universal (mayo 2011) y el Acuerdo para la articulación de la educación básica (junio 2011) con las cuales se pretende cerrar el ciclo de contrarreformas a la educación básica que compromete el futuro de la educación pública en México. El Acuerdo para la evaluación universal señala que no se cuenta con un esquema universal que permita obtener diagnósticos de las competencias profesionales y de desempeño de los docentes; por ello pretende evaluar a la totalidad de los docentes frente a grupo y directivos cada tres años, empezando con primaria en 2012, secundaria en 2013 y prescolar y educación especial en 2014. Según el mismo acuerdo, la evaluación universal “será obligatoria para obtener un diagnóstico con fines formativos, generar las estrategias… que mejoren sus competencias profesionales” y que los resultados serán considerados para acreditar los factores correspondientes de carrera magisterial, así como para el Programa de estímulos a la calidad docente, de acuerdo con los lineamientos específicos de cada programa. Señala que la SEP establecerá los Programas de formación continua para incidir en la mejora del desempeño docente. La imposición de la evaluación universal a los docentes es un instrumento punitivo que será utilizado para señalar, descalificar y seleccionar a quien merezca el trabajo, perdiéndose de manera gradual la basificación y definitividad en el empleo. La recomendación 8 del Acuerdo de cooperación México-OCDE para mejorar la calidad de la educación de las escuelas mexicanas establece que los docentes que presenten un bajo desempeño de forma permanente deben ser excluidos del sistema educativo. Esta evaluación universal descalifica a las instituciones formadoras de docentes que han otorgado un título y cédula profesional a sus egresados. Se sustenta en la idea de que un maestro es bueno o malo a partir de los resultados de un examen estandarizado, con determinada orientación pedagógica, a la que se asigna el carácter de validez única, sin considerar la experiencia en el aula, los procesos de actualización del docente y el aprendizaje de sus alumnos no medidos por la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (Enlace), por cierto, también un examen estandarizado cuyo resultado contaría hasta 50 puntos de carrera magisterial. En realidad éste es el proceso de certificación a todos los docentes que gradualmente tendrá fines punitivos. Si no se acredita dicho examen, tendrán que tomar cursos de regularización, que deberán pagar y tomarlos conforme a su tiempo libre, además de que cada tres años tendrán que presentarlo nuevamente. Un examen estandarizado no puede evaluar el desempeño docente, éste se da dentro del aula. No se evalúan los procesos de aprendizaje, reduciendo el sentido de la profesión docente al funcionar bien con las pruebas, no con la educación. Además de fracturar la profesión docente, desarrollando actitudes individualistas, de trabajo en solitario y no compartido, en consecuencia se destruye la experiencia pedagógica y la identidad de ser maestro. Hay una individualización de estímulos, promociones y ascensos de acuerdo con resultados de una prueba ineficaz, como es Enlace, y se incumple la obligación del Estado de capacitar y preparar profesionalmente a los docentes. En diciembre pasado la SEP envió a las escuelas una Cédula de registro para el censo de docentes y comunicó que se llevará a cabo el 24 de junio de 2012 la aplicación de la evaluación universal; dicha cédula fue mayoritariamente rechazada e impugnada. En estos días, también miles de docentes se negaron a inscribirse a la etapa 21 de carrera magisterial porque sus nuevos lineamientos son una verdadera barrera magisterial que hace imposible ingresar o promoverse en un sistema que premia la simulación y que ha corrompido la cúpula sindical del SNTE. El sistema educativo nacional debe ser sometido a escrutinio y rendición de cuentas a partir de revisar las variables de su funcionamiento; son necesarios los espacios y tiempos para la construcción colectiva de procesos de evaluación que den cuenta de lo que se produce en nuestras escuelas en términos de conocimiento, así como promover la autoevaluación de las escuelas con la participación de los docentes y la comunidad educativa dirigidas a su mejoramiento. Los maestros no se niegan a la evaluación, pero ésta no puede ser parcial, estandarizada y con fines punitivos; se necesita la conformación de una evaluación sustentada en un enfoque holístico y humanista, centrada más en el proceso que en el producto, teniendo como meta fundamental lograr en el educando una concepción científica del mundo y de la vida, cuyos fines son de diagnóstico, retroalimentación y mejoramiento de la educación; con las características de integral, sistemática científica, pedagógica, incluyente, contextualizada, formativa, continua, permanente, transdisciplinaria y multifactorial. Hoy los maestros se aprestan a dar una nueva batalla contra una medida que afecta sus derechos y niega una verdadera profesionalización que revierta el grave deterioro de la educación pública. *Profesor normalista, secretario de organización de la Sección 9 del SNTE-CNTE. AnteriorSiguiente Subir al inicio del texto


México, atrasado 50 años en educación


http://eleconomista.com.mx/sociedad/2011/10/17/mexico-atrasado-50-anos-educacion
17 Octubre, 2011
Verónica Macías
México tiene un atraso de 50 años en educación y tecnología con respecto a los países miembros de la OCDE, por ello, autoridades coin­cidieron en pedir a los legisladores que discuten el Presupuesto de Egresos que analicen y frenen el recorte a Ciencia y Tecnología que se tiene considerado. “El desempeño académico de los niños y jóvenes es el último lugar en los países de la OCDE, nos tardaríamos 50 años en alcanzarlos al ritmo al que vamos, y en habilidades de lectura nos tardaríamos 150 años. Tenemos que cambiar nuestro sistema educativo para avanzar más rápido”, alertó el secretario de Educación capitalino, Mario Delgado. Durante la inauguración de la Semana de la Ciencia y la Innovación, Juan Pedro Laclette, director del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, pidió que se privilegie a la educación científica, pues se ha demostrado que los países con un buen sistema educativo cuentan con un acelerado desarrollo económico. La rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Esther Orozco, alertó que sin una política de Estado que promueva la ciencia y la tecnología, un país no tiene progreso ni futuro. Arturo Menchaca, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, conminó a las autoridades federales a redoblar esfuerzos para impulsar la tecnología como motor de desarrollo. Enrique Villa Rivera, director del Conacyt, afirmó que antes quien tenía los mayores recursos naturales, poseía un mejor crecimiento. Ahora, quien invierte más en ciencia y tecnología, tiene mayor prosperidad y desarrollo. “El conocimiento es el paradigma para el desarrollo de los países”. vmacias@eleconomista.com.mx