Educación, valores, ciencia y cambio climático global

http://eleconomista.com.mx/entretenimiento/2011/09/22/educacion-valores-ciencia-cambio-climatico-global 22 Septiembre, 2011 - 17:23 Mario Molina Existe contundente evidencia que los países que más han invertido en ciencia y tecnología han logrado un desarrollo económico vigoroso. México tiene un rezago notable en el número de científicos e ingenieros que existen en el país, lo que demuestra lo apremiante que debe ser el financiamiento a la ciencia como una inversión de futuro, indispensable para lograr un desarrollo económico, pues nunca más volveremos a tener ingresos a cambio de la mano de obra barata. En el siglo XVIII, el filósofo alemán Immanuel Kant fue uno de los primeros que escribió sobre pedagogía. En sus primeros escritos hizo énfasis en que la importancia de la educación es crear un Estado mejor. Desde entonces era evidente que la educación es el potencial de las sociedades para contribuir al progreso de la civilización. En México está claro que debe avanzarse con rapidez para mejorar el nivel educativo, científico y técnico. Esto puede lograrse con la enseñanza de la ciencia a través de los Sistemas de Enseñanza Vivencial e Indagatoria de la Ciencia (SEVIC). La diferencia fundamental de este método con el tradicional es que los alumnos disfrutan el aprendizaje, desarrollan su curiosidad, esa curiosidad innata que tienen, que muchas veces en la escuela se pierde por basar la enseñanza en la memorización. Este sistema ya tiene antecedentes en México. Inició como una prueba piloto, pero actualmente existen más de 300 mil alumnos y 10 mil profesores trabajando con este método gracias al apoyo de la Secretaría de Educación Pública, los gobiernos estatales y los donativos de diversas empresas. La asociación civil Innovación en la Enseñanza de la Ciencia (Innovec), de la que soy consejero, promueve este sistema para que cada año se integren más niños y profesores de la educación básica a este método de enseñanza vivencial de la ciencia. Este programa internacional se está implementando en 9 estados del país. Este sistema no es un invento reciente fue desarrollado y promovido por la Asociación Internacional de Academias de Ciencia y actualmente está vigente en Estados Unidos y Europa, en donde Francia es uno de los países líderes, así como China y algunas naciones sudamericanas. Las evaluaciones existentes señalan su enorme potencial y en México debemos aprovecharlo para que todos los niños mexicanos aprendan la ciencia con este método. Su probado éxito debe ser suficiente para que sea implementado en todas las escuelas y su crecimiento no dependa cada año del presupuesto. Con este método de enseñanza vivencial, los niños participan de manera activa: hacen preguntas, observaciones, diseñan experimentos, trabajan en equipo y planean investigaciones. Entonces ellos mismos proponen respuestas y explicaciones. Es un proceso de aprendizaje donde los niños gozan el conocimiento, aprenden con mucho entusiasmo y sacan conclusiones basadas en la evidencia, con la ayuda de sus maestros. El premio Nobel de física, Carl E. Wieman, en años recientes enfocó sus esfuerzos a la educación universitaria. Observó cómo aprenden los universitarios y logró medir cómo en una clase convencional los alumnos absorben apenas 20 por ciento de la información expuesta. Por esa razón, se han desarrollado estas nuevas metodologías, que forman grupos de estudiantes para que interaccionan entre ellos, discutan, hagan hipótesis, etcétera, para que esa participación activa ofrezca un aprendizaje más eficiente que una clase tradicional. En efecto, son sistemas de aprendizaje que tienen mucho en común ene l método de enseñanza vivencial para la educación antes mencionado. Hoy no es suficiente tener computadoras en las aulas, ni en primaria ni en la Universidad. Se trata de diseñar sistemas para que los alumnos las usen eficientemente, pero lo importante es estimular que trabajen en equipo, con aprendizaje basado en la indagación. Para enseñar a los niños a pensar lógicamente, para que aprendan a hacer juicios dependiendo de la evidencia, es necesaria la adopción de una actitud escéptica hacia explicaciones sencillas a problemas complejos. Esa manera también es muy eficiente para comunicarle a los niños los valores. Uno de ellos es importantísimo: la honestidad, un valor característico de la comunidad internacional científica. Resulta entonces que el aprendizaje de la ciencia es crucial para la sociedad y las personas. Necesitamos más científicos y necesitamos ver a la ciencia como parte de la cultura universal. La participación en el sistema científico debe ser para todos, incluidos los niños. Ellos tienen derecho a aprender a ser mejores ciudadanos, aprender a sacar conclusiones, hacer juicios. Eso justifica que a todos los niños se les enseñe ciencia. Además es un método también eficiente para comunicarles valores, que los niños ponen en práctica al estar trabajando en equipo, colaborando de manera tolerante y abierta. El financiamiento a la educación en ciencias es crucial. Proyectos como los SEVIC deben verse como una inversión, una estrategia para resolver los retos que nuestro niños deberán afrontar para actuar con responsabilidad y eficacia ante los problemas. Es necesario este mismo consenso y respaldo por parte de los legisladores mexicanos al respecto. En México ya tenemos un programa educativo probado. Es hora de ponerlo al servicio de millones de niños mexicanos que mañana serán los que enfrenten los grandes problemas del planeta y del país.

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