El costo de la educación en México

El economista Ricardo Gutiérrez - 20/02/2011 Ver el artículo original

Iniciaron las prácticas proselitistas del gobierno federal de cara a las elecciones del Estado de México en el 2011 y las federales en el 2012. Por un lado, el apoyo al campo afectado por las condiciones meteorológicas y, por el otro, la deducibilidad de las colegiaturas en la educación privada.

Más allá del sector beneficiado por este último rubro, clase media básicamente, hay mucho para rascarle al tema.

La discusión de la finalidad de los recursos no recaudados o devueltos a los contribuyentes fue centrada en la eterna pauta de los más necesitados, práctica netamente social. El porqué ayudar a aquellos que buscan una mejor calidad educativa ahora se ha satanizado cuando esta parte de la población sólo busca para sus hijos mejores oportunidades.

También se tocó el punto de las becas en vez de la deducción y de inicio parece descabellada la idea; sin embargo, puede convertirse en un digno punto de partida para mejorar tanto el nivel educativo de los niños en México como el nivel mismo de la educación pública.

Los topes de deducción planteados, sin ser por sí mismos alarmantes o estratosféricos, son una clara muestra de las cifras amañadas a conveniencia del Poder Ejecutivo.

Para el caso de la educación básica parece que el costo promedio mensual de un niño es de poco más de 1,000 pesos; sin embargo, si hace el cálculo sobre el presupuesto total destinado a la Secretaría de Educación Pública prorrateándolo en cada uno de los subsectores educativos nos podríamos dar cuenta de que el costo ascendería a más de 3,000 pesos, monto suficiente para pagar la colegiatura en una escuela privada de notable calidad y muy superior a la ofrecida por el sector público. Entonces, el tema de los bonos educativos no parece distanciarse de la realidad.

Las grandes economías basan su desarrollo en una educación pública fuerte, sin paros magisteriales en zonas de alto analfabetismo y sin gremios privilegiados, con una fuerte inversión en investigación y condiciones salariales que hacen de la docencia una actividad de aspiración. La preparación de los profesores y la asignación por méritos a las fuentes laborales disponibles enmarca y engrandece aún más a estos países.

¿Trasfondo de este decreto? Electoral claramente; sin embargo, también se convierte en una crítica del sistema educativo público nacional que tan malos resultados ha presentado en los últimos años.

Como buen país del tercer mundo se ha de requerir que la educación privada venga al rescate de la infancia y, por ende, del futuro de nuestro país.

*El MF Ricardo Gutiérrez es profesor investigador del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca.

ricardo.gtz@itesm.mx

0 comentarios: