La importancia de la comunicación familiar en el desarrollo de los hijos

Crónicas, revista mensual del IPEFH
Janely Garcés Pérez
Fecha 2008-06-01

La familia es el génesis de todas las sociedades, culturas y civilizaciones, de ella surgen los individuos que forman un porcentaje importante de los miles y millones de habitantes del mundo; este pequeño núcleo social, el de la familia, tiene una papel fundamental dentro de la colectividad, ya que de él nace la posibilidad de la continuación y permanencia de la humanidad sobre la tierra. La familia guarda en su interior elementos pequeños que en conjunto y bien realizados darán la pauta para el buen desarrollo de un núcleo mucho más grande que es el de la inmensa sociedad. Estos elementos marcarán las diferencias y otorgarán identidad a las generaciones que de la familia resulten, me refiero a las ideas, concepciones, hábitos, modos de ser y actuar y sus valores en sentido general, actos ejecutados por los individuos conformadores de dicho núcleo social y que serán aplicados al momento de que se encuentre inmerso en una población de entes similares a él pero ajenos a su círculo más cercano, el de su familia. Para lograr la intromisión del individuo en la sociedad mayor de manera satisfactoria y armoniosa es necesario que desde edades tempranas se le prepara para poder convivir con los distintos grupos con los cuales debe intercambiar e interactuar en las distintas etapas de la vida.

La comunicación es indiscutiblemente el primer elemento que contribuye a que el individuo se sumerja dentro un grupo social y este elemento se dará primero en la familia. Debemos entender a la cominunicación, según Virginia Satir, como “… el factor determinante de las relaciones (del individuo) que establecerá con los demás y lo que suceda con cada uno de ellos en el mundo”.

La comunicación verbal es aprendida en este microsistema social que es la familia, ya que cada uno de nosotros llegamos al mundo con habilidades innatas y nuestro instinto nos capacita para comunicarnos a partir de sónidos o gesticulaciones, sin embargo, no contamos aún con la oralidad como ahora la conocemos. Poco a poco, através de la interacción social, desarrollamos la habilidad de articular palabras, única del hombre, esto no sólo sirve para establecer contacto con las personas, también constituye el medio de expresión de los pensamientos para transmitir sentimientos o cualquier tipo de información con el otro.

La familia es el escenario primario, donde el sujeto puede desplegar todas sus potencialidades de comunicación, que le permitirán en un futuro consolidar su personalidad fuera de su núcleo al ser capaz de desarrollar habilidades de interacción social aprendidas en su pequeño entorno, debido a que la familia es una organización conformada por va-rios elementos en estrecha relación, que deben de comunicarse continuamente en todos los sentidos para que se dé una apropiada dinámica familiar. Ya que lo que se busca es un medio en el cual los integrantes satisfagan el total de sus necesidades, considerándose primordial la estima y el afecto.

Cuando en la familia está presente una comunicación eficaz, seguramente se puede afirmar que existe compañerismo, complicidad, ambiente de unión y afecto en la casa; habrá, por lo tanto, respeto mutuo y valores más estables. Sin embargo, crear este clima de comunicación en la familia no es una tarea tan fácil; hay que ayudar a los hijos con prácticas, es decir, que los padres introduzcan mecanismos que faciliten la comunicación entre sus integrantes. La comunicación es también un factor importante en el proceso educativo que se da entre padres e hijos, por eso es tan importante preservarla, fomentarla, mantenerla y disfrutarla.

Si el sistema familiar posee la capacidad de permitir y contener la expresión de emociones tales como el miedo, la rabia, la tristeza, el amor, los celos; el individuo se verá más tranquilo y capacitado para su desempeño social, puesto que sus errores y fracasos ya fueron ensayados en un grupo social pequeño, el de la familia.

El lenguaje es el medio en el que se materializan las ideas y sentimientos del ser humano y por el cual se anuncian necesidades, pensamientos. Es importante la presencia de la comunicación en el seno familiar para la unión de los lazos entre sus integrantes y la resolución de diferencias.

Es indudable que todas las familias tengan dife-rencias, ya que, como en cualquier sociedad, reúne personalidades diferentes, con una forma en particular de interpretar la realidad y diferencias en le persepción de situaciones preestablecidas. La comunicación es el medio a través del cual exterio-rizarán tales problemáticas que afectan la dinámica familiar, un ejemplo de esto son los “supuestos”, fenómeno que se da cuando algún integrante de la familia cree saber, sin tener la certeza, lo que el otro necesita o piensa.

La ausencia de la comunicación verbal y la pre-sencia de los “supuestos” dentro de una familia ocasiona que los padres resten importancia a las cosas de sus jóvenes hijos, al pensar equívocamente que sus problemas son poca cosa en comparación a los nuestros. De ahí la importancia de la comunicación de los padres con sus hijos, ya que si ésta existe de una manera apropiada se pueden explorar los sentimientos de estos últimos y, como consecuencia, se brinda un clima de confianza. Debemos tener respeto por los sentimientos de los demás, no minimizar los problemas de los niños o los jóvenes sólo porque son pequeños, en su lugar habrá que ser empáticos con ellos, ponernos en el lugar del otro. Crear un clima emocional que facilite la comunicación, escuchar con atención e interés.

Lo adecuado será escuchar activa y reflexivamente cada una de las intervenciones de los hijos. Valorar hasta qué punto merecen prioridad frente a la tarea que se esté realizando; en cualquier caso, la respuesta ha de ser lo suficientemente correcta para no menospreciar su necesidad de comunicación. La asertividad es un factor crucial en la comunicación. Ser asertivo significa hacer valer nuestros derechos expresando lo que queremos, necesitamos, creemos, sentimos y pensamos de una manera clara, precisa, firme, respetuosa y sin agredir a la otra persona.

Entonces, esta actitud comunicativa que adoptamos requiere expresar con firmeza los valores, con claridad los pensamientos, con profundidad los sentimientos. Y, finalmente, algunos factores que promueven una comunicación efectiva son los siguientes: a) ser sincero con uno mismo, b) ser preciso y claro en lo que se quiere comunicar, c) evitar ser ambiguo porque eso da lugar a malas interpretaciones, d) ser afirmativo en nuestra expresión, e) tener bien claro lo que vamos a decir, cómo lo vamos a decir, cuándo, dónde, y f) saber escuchar.

El texto original fué tomado de aquí.

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